Por Alejandro Sánchez
Sólo quedan siete días para las elecciones generales. Hemos pasado una larga temporada de campaña política, eso sí, con una segunda etapa aburrida y anodina.
Ahora viene lo mejor, la ansiedad de la clase política se va a juntar con la avidez de información que va a tener esta semana el electorado, especialmente aquellos que todavía no definieron su voto.
Por lo cual, posiblemente se vengan los días más intensos y definitorios desde que se presentaron las listas el 24 de julio pasado.
El contacto directo será importante para dar a conocer propuestas y tratar de convencer a los vecinos sobre cuál es la mejor opción.
Está claro que la ciudadanía busca soluciones a todas las problemáticas, y aquí es donde es necesario dejar en claro que estas elecciones son legislativas, o sea, se eligen concejales y consejeros escolares.
Cabe indicar que en esto también colaboraron mucho los diferentes espacios electorales, dado que en las campaña hubo y hay promesas de respuestas que sólo las puede dar alguien que está en un Ejecutivo.
Lo importante es que más allá del resultado del próximo domingo, las diferencias políticas queden para el folclore y haya una concordancia, principalmente, entre quienes se sumen al concejo deliberante el próximo 10 de diciembre.
Todos han hecho análisis sobre cuál es la situación de nuestro distrito. Por eso, es necesario para que las soluciones se concreten, que estén todos en el mismo barco. Hay que ayudar y dejar ser ayudado. En esta estamos todos.
Hay que tener en cuenta que nadie tendrá una mayoría propia en el cuerpo deliberativo. Cada banca será importante en el desarrollo pos covid del distrito.
El escenario político que viene es serio. Seamos responsables. Todos son necesarios.