La Dirección de Bromatología e Higiene decomisó 350 kilogramos de quesos, yogures y leches, que no estaban a temperatura indicada y otros con fechas vencidas.

El dato importante es que al no haber sido corridos de circulación, pudieron haber sido un peligro para la ingesta del vecino y el turista que ya se encuentra en la ciudad vacacionando.

Este operativo se desarrollo en un supermercados en el marco de un control de lácteos y lo llevó adelante un inspector del área, acompañado por dos agentes del Programa Educación para la Salud.

En esta época del año, este tipo de controles en supermercados y mercados de barrio se intensifican por la llegada del calor.

Por lo cual desde Bromatología se recomienda a sus encargados y propietarios que lleven adelante una reposición y recambio responsable en sus góndolas, como así también que estén a temperatura justa, para evitar inconvenientes y multas.