El Concejo Deliberante busca una solución ante el reclamo que Relisa, recolectora de residuos domiciliarios ha formulado al ejecutivo por una deuda que asciende, según la empresa, a los 600 millones de pesos.
Ayer hubo una reunión entre los ediles, integrantes de la recolectora y miembros del Ejecutivo municipal.
Al término del encuentro, el concejal Bartolomé Zubillaga, de Nueva Necochea, admitió que “el contrato tiene falencias de ambas partes” y aseguró que “hay cosas incumplibles y otras que se han distorsionado”.
“Hay diferencia con los números que ellos presentan, pero la intención es llegar a un acuerdo definitivo, es decir, que ellos puedan saber cuánto y cómo van a cobrar” indicó el edil.
De la deuda que la empresa reclama, hay 175 millones de pesos que corresponden a intereses del acuerdo incumplido que se había firmado con la administración anterior.
“El contrato no se cumplió por parte de la empresa y tampoco por parte de la municipalidad” sentenció Zubillaga, reconociendo que se debe reformular el acuerdo.