Este sábado se repitieron las protestas en la capital del país tras los graves incidentes del día anterior por el aumento del boleto del subte.
Los chilenos desafiaron el estado de emergencia y volvieron a las calles de Santiago este sábado con nuevos choques con la Policía en varios puntos de la capital, incendios de colectivos y cacerolazos. El gobierno decretó el “estado de emergencia” debido a los enormes incidentes del viernes que estallaron en rechazo al aumento del boleto del subterráneo. Grupos de jóvenes destruyeron los molinetes, incendiaron automóviles e incluso un edificio el viernes.
Este sábado, lo que comenzó con un “cacerolazo” popular, con miles de familias haciendo sonar ollas y sartenes, derivó en enfrentamientos entre encapuchados y las fuerzas especiales de la Policía y militares en varios puntos de Santiago, como la céntrica Plaza Italia, el frontis de la casa de Gobierno, la plaza de armas de Maipú y en algunos sectores de la comuna de Puente Alto, constató la AFP.
Corridas en Santiago de Chile durante los incidentes de este sábado afp
En la comuna de La Florida, la gente fue con su familia y mascotas a hacer sonar sus cacerolas en la estación Trinidad, que ayer viernes resultó dañada en medio de las manifestaciones que dejaron 41 estaciones destrozadas.
En la plaza Brasil, una gran cantidad de jóvenes también se manifestó a los gritos de “El pueblo unido, jamás será vencido”.
Las mismas consignas se escucharon en el puerto de San Antonio, donde una multitud se movilizó hacia la costanera.
En Plaza Italia, símbolo de todas las celebraciones, carros lanza-agua y gases lacrimógenas intentan disolver las manifestaciones, aumentando la tensión con fuerzas militares y el rechazo de la ciudadanía que simplemente, dice, manifiestan su protesta frente a los abusos a cara descubierta con solo una cacerola en la mano.
En la comuna de Ñuñoa, donde viven sectores de clase media, las manifestaciones no cesan después de una hora en las estaciones del Metro: siguen acompañadas de cacerolazos desde los edificios y bocinazos de automovilistas. No hay un líder de las protestas, ni tampoco grupo determinado y menos un partido político detrás de este inédito movimiento que en cuatro días ha revolucionado la ciudad.
Para algunos, el alza del pasaje del Metro fue la gota que rebalsó el vaso de la indignación ante una suma de abusos que acusan los ciudadanos: alza de la luz, demoras en el pago de licencias médicas, bajo sueldos, míseras pensiones, sin que la autoridad ofrezca una respuesta concreta y real.
El presidente Sebastián Piñera citó a todos los alcaldes y parlamentarios de la Región Metropolitana a reunión en La Moneda. El jefe de zona en estado de emergencia, general Javier Iturriaga, anunció un nuevo sobrevuelo, luego que esta mañana dijera que tras su primer vuelo “la ciudad está en calma”.