La rotura de un caño de agua potable generó una gran pérdida en la esquina de 66 y 85, donde una gran zanja de agua impide el tránsito vehicular.

Lo llamativo, es que más allá del problema técnico del caño roto, algunos desaprensivos comenzaron a utilizarlo como basural. Entre el agua sucia pueden verse troncos, chapas, alambres, botellas de vidrio y hasta una ventana vieja, en una especie de piquete de basura.

Los vehículos, al llegar a esa intersección deben dar la vuelta porque se hace imposible sortear el pozo.

Celso Gentil y Julián Peralta, vecinos del lugar, reclaman a las autoridades una solución.