Por más de 10 mil metros, cientos de fieles, vecinos y turistas se acercaron en la mañana de este viernes a participar del Vía Crucis ribereño.
El calor no fue impedimento para esta convocatoria de fe, que recorrió orando y cantando las estaciones por las que pasó Jesús, extendidas en la vera del río Quequén.
Los caminantes partieron desde el puente Taraborelli y llegaron hasta el paraje Las Cascadas donde se ofició una misa y se unieron más personas que por distintos motivos no pudieron hacer el trayecto de a pie.
El Vía Crucis ribereño, organizado por Amigos de la Paraje las Cascadas, el secretaría de Turismo y Producción y las distintas comunidades parroquiales de la ciudad, se vuelve cada año un punto de encuentro en este viernes santo donde la comunidad católica recuerda la Pasión de Jesús.