Luego de que el ministro de Economía, Luis Caputo, anunciara el cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), un organismo que había sido creado en 1995 durante el gobierno de Carlos Menem con el fin de administrar las obras públicas vinculadas a la infraestructura hídrica y sanitaria en todo el país, se confirmó que los proyectos que estaban en proceso serán derivados a la órbita de la Subsecretaría de Recursos Hídricos.

Entre esos proyectos se encuentra la obra de afluentes cloacales de Punta Carballido, en la playa de Quequén, cuyo expediente se inició en el gobierno del intendente Daniel Molina y, pese a los años y las promesas, nunca se logró concretar.

El proyecto, que llegó a ser aprobado por el ENOHSA y esperaba la financiación del BID, contemplaba la construcción del Sistema Cloacal Completo (compuesto de colector cloacal, cañería de cruce del Río, estación de bombeo y planta de tratamientos de efluentes cloacales).

La decisión de cerrar el ENOHSA fue comunicada por el ministro durante una entrevista con Luis Majul, para La Nación +, tras haber sido consultado por los organismos y empresas públicas que serían cerrados con el fin de mantener el equilibrio fiscal. “Vamos a cerrar el ENOHSA que es un antro de corrupción”, calificó el funcionario público.

Según la información oficial proporcionada por el sitio web del ENOHSA, el organismo fue creado con el objetivo de “planificar, ejecutar y administrar obras de infraestructura hídrica y sanitaria en todo el país, a la vez que controla la calidad del agua potable y del servicio de saneamiento”.