La tradicionales marcas de jeans Wrangler y Lee, licencias de la norteamericana VF Corporation, se irán del país en 2019. Unos 200 trabajadores que emplea la filial local de la empresa ya fueron avisados y gran parte de ellos se quedarán sin empleo a partir de marzo.
El pasado 28 de enero VF Corporation emitió un comunicado en el que anunció “el Spin Off (división subsidiaria) a nivel global, lo que implica la separación de sus marcas en dos compañías independientes, con la intención de lograr modelos de negocios más eficientes en cada una de las regiones donde operan”.
“En este marco, VF mantiene el negocio de Lifestyle para las marcas relacionadas con indumentarias y calzados (Vans & Timberland), y crea una nueva compañía denominada Kontoor para las marcas de Jeanswear (Wrangler & Lee). Con respecto al negocio de Kontoor, se ha tomado la decisión de finalizar sus actividades en Argentina durante el año 2019”, acotó la empresa.
En principio, no habría prosperado la alternativa de un licenciamiento para fabricar los productos bajo las marcas Wrangler y Lee, con las características originales, y también para distribuirlos en el mercado local. También se evaluó sin éxito la posibilidad de una alianza estratégica con partners locales y regionales.
En Argentina VF produce sus prendas en una planta de la localidad bonaerense de Benito Juárez, donde emplea a 45 operarios a través de la subsidiaria Koontor.
Según publicó El Diario de Tandil, dichos “empleos solo se mantendrán en caso de que otra empresa compre la fábrica y decida volver a producir”. Añadió que “la noticia generó un impacto grande entre los habitantes de Benito Juárez. Es por esto que ciudadanos y representantes sindicales organizan una marcha para el 14 de febrero”.
A fines de los años 90, cuando la mayoría de las compañías redefinían sus roles como competidores globales, VF Corporation expandió su portfolio de marcas y pasó a ser una de las mayores empresas de apparel del mundo, con presencia directa en los mercados donde se comercializan sus marcas.
En el caso de América Latina, VF Corporation decidió gerenciar en forma directa la producción de sus marcas. En 2005, las oficinas regionales se establecieron en Buenos Aires.
Ahora, VF también reorganizará sus operaciones en Chile y en Brasil, aunque allí, a diferencia de Argentina, avanzan las negociaciones para seguir con su actividad. La empresa también tiene producción en Perú y Uruguay.
El cese de los negocios en la Argentina también tiene que ver con la situación global de VF, debido a la caída de la facturación de su producción de jeans, que provocó que la empresa tomara la decisión de escindir su unidad dedicada al denim, para enfocarse en las marcas más rentables del grupo, como Vans, elegida por el público skater, y The North Face.
VF es una de las corporaciones textiles más grandes del mundo, cuyas acciones cotizan en el Nasdaq de Wall Street, con una valuación de mercado de 33.945 millones de dólares.
El bajón de ventas sufrido en Argentina por estas marcas de jeans tradicionales no es un fenómeno puntual, sino que es una muestra del presente de todo el negocio de la indumentaria.
El decepcionante desempeño de la industria argentina a lo largo de 2018 tuvo uno de sus peores resultados en el rubro textil, lastrado por la recesión y la caída del consumo interno. El INDEC informó que el año pasado la actividad industrial en su conjunto registró un retroceso de 5%, aunque sobre el cierre del año la contracción de la actividad se profundizó a un 14,7% interanual en diciembre.