El objetivo es modificar el comportamiento de los conductores en la vía pública y reducir, de esa manera, los riesgos de siniestralidad, según se ha informado desde el municipio que ayer continúo con la colocación de bolardos, esta vez en la intersección de calles 38 y 63.
Apoyados en los datos que arroja el Observatorio Vial, para demarcar los puntos más peligrosos y actuar en consecuencia, serán 9 los lugares donde se colocarán los bolardos que ya se encuentran también en la esquina de 58 y 63.
Las intervenciones se ejecutan con presupuesto municipal y se estima que los costos alcanzarán los 8 millones de pesos para el total de las acciones en las avenidas 42, 58 y 74.
Sobre las labores en específico, el funcionario aportó, además, que “estamos aprovechando para señalizar bien las bajadas para personas con movilidad reducida, así como la demarcación de las sendas peatonales”.
Vale recordar que esta tarea es la continuidad de un plan que comenzó a ejecutarse el año pasado con la demarcación de descansos peatonales, delimitados por reflectivos rebatibles de color naranja, en la Diagonal San Martín y en las avenidas 2 y 502.