La reunión familiar y los afectos fue la clave, la tradición a flor de piel en los hogares necochenses con el saludo fraternal, el abrazo y los deseos de felicidades.
Con una temperatura fresca para esta época, pero con el calor de los festejos se llegó a la Nochebuena, con las ya clásicas mesas navideñas en nuestro distrito se esperó un nuevo aniversario del nacimiento del niño Jesús.
En todos los barrios pudo verse la confraternidad no sólo en cada vivienda sino también en el saludo entre vecinos compartiendo la sobremesa y ocasionales bailes.
Tras la medianoche comenzaron los saludos a aquellos parientes y amigos que no compartieron con uno, las salidas de los más jóvenes y una inmensa cantidad de personas que se dirigieron hacia la Villa Balnearia para continuar con la celebración.
Al mediodía volverán a reunirse, ya en la Navidad, continuando la tradición de hace 2000 del pueblo cristiano y una comunidad que espera estas fechas para realizar un balance de lo actuado y prepararse para lo que viene.