Horacio Tellechea fue condenado a tres años de prisión, de ejecución condicional, al ser considerado penalmente responsable los delitos de “defraudación especial” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.
Dicha condena se vincula con la controvertida adquisición de equipamiento médico por dos millones de pesos, que incluyó un Arco en C para rayos X, efectuada en 2012, al inicio de la gestión de Tellechea como intendente de Necochea.  La cual derivó en su destitución   como jefe comunal, dispuesta por el Concejo Deliberante, evaluando que se habían cometido irregularidades administrativas.

La condena dictada por el juez correccional Ernesto Juliano este viernes supera a la solicitada por el fiscal Marcos Bendersky, quien había pedido pena de dos años y seis meses para el ex jefe comunal.
A la pena impuesta se suma una “inhabilitación especial perpetua” para ejercer cargos públicos.

Al escuchar la sentencia Tellechea permaneció inmóvil en su silla, con la cabeza baja, sufriendo una descompensación,  debiendo ser asistido por personas que se hallaban en la sala. En principio se lo colocó sobre el piso y se le brindaron primeros auxilios, hasta que reaccionó y pudo ponerse de pie. Pero luciendo su rostro pálido. Más tarde fue llevado hacia el patio de la fiscalía, desde donde se lo trasladó en una ambulancia del SAME al Hospital Municipal “Dr. Emilio Ferreyra”, ante la conmoción de los presentes
También el ex jefe de compras del municipio , Marcos Gabriel Arnedo, fue condenado. En su caso, a dos años y ocho meses de prisión, de ejecución condicional, al ser considerado partícipe primario de los mismos delitos. Y también se lo inhabilitó de manera perpetua para ejercer cargos públicos.

En virtud de que las condenas son de ejecución condicional (es decir que no van a prisión), tanto Tellechea como Arnedo deben fijar un domicilio y someterse mensualmente al contralor del Patronato de Liberados.
Debido a las dimensiones de la sala y las medidas de prevención por el coronavirus, que exigen un distanciamiento social, se limitó el acceso a la misma, de modo que sólo estuvieron las partes involucradas, además de la prensa y efectivos policiales.

Fuera de la sala estuvieron presentes en el tribunal  Susana Remy, esposa de Tellechea, así como sus dos hijos, otros familiares y amigos del ex intendente.
También se pudo observar a ex colaboradores de Tellechea durante su breve gestión, tales como su ex secretario privado Eduardo Forte, además de Germán Castaños y Gastón Rigani, entre otros.
La lectura de la condena causó una fuerte conmoción, primero en Tellechea, a tal punto de descompensarse. Pero también su abogada defensora no podía dar crédito a que la pena dictada supera a la solicitada por el fiscal Bendersky.
“Es una bofetada”, declaró la doctora Florencia Angeletti, quien confiaba en la absolución de Tellechea, ya que consideraba haber demostrado durante el debate que no hubo defraudación al erario municipal a través de a aquella compra del Arco en C en 2012.

Por otra parte, el juez Ernesto Juliano rechazó el pedido de nulidad para la acusación de Marcos Arnedo que había sido solicitada por su abogado defensor Damián Unibaso.
En la argumentación para dictar la condena, el juez Juliano consideró que quedó acreditado durante el debate que en la Licitación Nº1 de 2012 hubo una serie de maniobras “en claro incumplimiento del proceso administrativo establecido para las licitaciones públicas”.

Basándose en un fallo de la Suprema Corte de Justicia del 3 de septiembre de 2014, que avala la destitución de Tellechea dispuesta por el Concejo Deliberante de Necochea,  se da cuenta de irregularidades respecto de los oferentes de aquella licitación por el Arco en C.  
El pronunciamiento del juez, expuesto en 38 fojas, contiene un pormenorizado análisis de todos los pasos administrativos que contempló aquella licitación para la compra de equipamiento médico para el Hospital Ferreyra.
También abunda en detalles acerca de lo sucedido,  basándose en algunos testimonios, como los del Federico Belloni (médico especialista en diagnóstico por imágenes), Felipe Serafini (médico jubilado), Ernesto Povilaitis (quien era subsecretario de Legal y Técnica del municipio),  Eduardo Espósito (contador de la comuna) y el contador Jorge Lúpori (perito de la Asesoría Pericial Departamental), entre otros.