La Justicia de Garantías de Mar del Plata confirmó la detención efectiva del chofer del micro de la empresa Ruta Atlántica que volcó ayer en la Autovía 2 cuando se dirigía a a esta ciudad lo que provocó heridas graves a dos niñas de 3 y 6 años.
El fiscal Pablo Cistoldi había hecho la correspondiente solicitud de detención de Gabriel Gómez, imputado por “lesiones culposas calificadas por la cantidad de víctimas”, que ayer había quedado en calidad de aprehendido tras el siniestro vial.
Para Cistoldi “la actitud del conductor fue temeraria” en diálogo con la prensa en la puerta del Hospital Materno Infantil, donde permanecen internadas las dos niñas, a donde se acercó para dialogar con sus familiares.
Cistoldi agregó que ya fueron concluidas “las inspecciones iniciales sobre el micro”, que volcó ayer a las 5,30 en el kilómetro 374 de la Autovía 2, en la localidad de Vivoratá, cuando iba con 54 personas a bordo, de las cuales 15 resultaron heridas.
En tanto, las dos niñas de 3 y 6 años que sufrieron traumatismo de cráneo, permanecen en terapia intensiva y en coma farmacológico, según fuentes médicas.
Los padres de la niña de 6 años señalaron hoy que su hija salió despedida del micro y fue rescatada cuando estaba enterrada en el barro a unos 5 metros del vehículo.
“Salió despedida por la parte posterior del colectivo. Mara se llevó la peor parte”, contó su madre, quién agradeció la asistencia de los médicos en el Hospital Materno Infantil.
Tanto Florencia, como el padre de la menor, Matías, quien estaba trabajando cuando ocurrió el siniestro vial y llegó por sus propios medios hasta ese lugar, se quejaron de que la empresa Ruta Atlántica no se acercó a ellos ni le brindó ningún tipo de asistencia.
“Yo estaba en la fábrica cuando me enteré lo que había pasado. Me vine para acá con mis padres. Me quedo hasta que mi nena se recupere”, indicó Matías.
En tanto, Belén, la madre de Francesa, de 3 años, contó que su hija “está mejorando de a poquito, ayer se quiso despertar y la tuvieron que volver a sedar. Pero consiguieron pasarle leche y la toleró”.
La mujer, que viajaba en el micro junto a la abuela y el tío de Francesca, señaló que aún no pueden desestimarse secuelas de las heridas que sufrió la niña, ya que ambas quedaron debajo del vehículo tras el vuelco.
“Belén y Francesca salieron despedidas y quedaron abajo del colectivo.Tuvieron que levantarlo para sacarlas. La bebé quedó abajo de ella y estaba moradita. Una médica que viajaba le practicó RCP en la ruta, y después fuimos a la salita de Vivorata. Ahi la reanimaron pero estaba toda morada”, narró su abuela Patricia.
“El colectivo venia zigzagueando, a 100 o 105 km por hora pasando a otros micros. Yo me dormí un ratito y no me acuerdo más nada. Cuando me desperté estaban todos gritando”, recordó Belén.