Un niño de siete años de la localidad bonaerense de Berisso se convirtió en el primer caso de gripe A en lo que va del año y puso en alerta a la sociedad.
El menor, que estuvo internado en el hospital Sor María Ludovica de La Plata fue dado de alta ayer martes y las autoridades del centro de salud explicaron que “el paciente evolucionó favorablemente”.
Asimismo, las autoridades sanitarias de la Provincia informan que el que contrajo el niño “se trata de un virus influenza estacional y esperable para ésta época del año” y tras destacar que “el caso no reviste gravedad” descartaron que se trate de un posible inicio de un brote.
“La gripe A ya no es como antes, que era un virus poco usual; ahora es un virus mucho más corriente en el país y en la mayoría de los casos no presenta complicaciones”, insistieron fuentes de la cartera sanitaria provincial.
La vacuna que previene la gripe está disponible en forma gratuita en todos los vacunatorios públicos de la Provincia de Buenos Aires para las personas que integran los grupos de riesgo. A saber: personal de salud, embarazadas en cualquier trimestre de la gestación, niños de entre seis y 24 meses de edad, personas de entre dos y 64 años inclusive con factores de riesgo, tales como enfermedades cardiacas, respiratorias o renales crónicas, inmunodepresión, diabetes y obesidad y todas las personas mayores de 65 años.
Las defensas que produce la vacuna se generan entre los 10 y 15 días posteriores a la aplicación.
La gripe o influenza es una enfermedad viral respiratoria que se presenta habitualmente en los meses más fríos del año. Al igual que otras infecciones respiratorias, se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas a través de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones.
Esta enfermedad se manifiesta con fiebre mayor a 38ºC, tos, congestión nasal, dolor de garganta, de cabeza y muscular y malestar generalizado. En los niños pueden presentarse también problemas para respirar, vómitos o diarrea, irritabilidad o somnolencia.
Los síntomas gripales suelen aparecer a las 48 horas de efectuado el contagio y la mayoría de los afectados se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico.
¿Cómo prevenirla?
- Lavarse las manos con frecuencia.
- Cubrirse la boca y nariz con el pliegue del codo al toser o estornudar.
- Mantener limpios picaportes y objetos de uso común.
- No compartir cubiertos ni vasos.
- Ventilar todos los ambientes.