Adquirir uno de estos seguros es probablemente una de las mejores decisiones que podemos tomar cuando queremos proteger económicamente a nuestros seres queridos en caso de fallecimiento, y también tener un resguardo si sufrimos algún tipo de invalidez. Además de ello, nadie está exento de sufrir alguna clase de accidente yendo a vacacionar, motivo por el cual es clave que alguien nos aconseje antes de tener esta póliza.
A continuación, te diremos cuáles son los consejos que toda persona debería conocer al momento de contratar seguro de vida.
Sé rápido
Uno de los primeros consejos que podemos dar, es el de hacerte con uno lo antes posible. Esto es así porque, con los años, se va encareciendo bastante, de manera que lo mejor termina siendo su adquisición a una edad relativamente temprana. Según estadísticas, apenas el 30% de la gente se atreve a contratar un seguro de vida, siendo la edad entre 35 y 55 en las cuales más lo contratan.
Lo ideal es que el seguro de vida sea contratado cuando tu desaparición provoque un problema económico muy grande en tu familia, o sea, cuando quieras cuidar el futuro de tus hijos, que puedan estudiar correctamente, que no pierdan la casa, etc. Si tenés niños pequeños o estás pagando la hipoteca, tomar esta decisión podrá salvar a tus seres más queridos en caso de que algo malo te suceda.
Conocer las condiciones
Entendemos perfectamente que no leas las condiciones de absolutamente todo lo que usas, de hecho el 99% de las personas no lo hace. Sin embargo, en este caso es fundamental para que no te lleves sorpresas desagradables cuando necesites de su cobertura. En ocasiones, sucede que el asegurado crea que las necesidades de los herederos están cubiertas en cualquier circunstancia, pero que en realidad haya algunas en las cuales el seguro de vida no tiene efecto. Aunque no sea divertido leer las condiciones, no debes dejar de hacerlo, estarás evitando un problema muy grande a futuro.
Designar beneficiarios
En el momento en que el tomador no nombra específicamente a sus beneficiarios, cumplirán con este rol los herederos de sangre. No obstante, aunque sea esa la idea, anotar sus nombres es una de las mejores maneras de ahorrar la incontable cantidad de trámites que pueden llegar a pedir. Si no hay nombres específicos en esa lista, se deberá presentar una designación de herederos ante un notario, realizar una copia autorizada del testamento, etc.
Cuando todos están nombrados de manera explícita y los términos son claros, la aseguradora abonará lo que fue acordado ante aquellos que puedan identificarse como los beneficiarios. También pueden fijarse porcentajes diferentes para cada uno.
Buscá precios
Estarías incurriendo en un error si creés que todas las compañías del mercado manejan los mismos precios, pues la oferta es diversa y variará de acuerdo al paso del tiempo. Sumado a ello, las pólizas pueden ser adquiridas en base a las necesidades que tenga la persona, y por eso el importe también varía. Comparando precios, verás las diferencias existentes entre empresas, aunque deberías considerar qué coberturas ofrecen.
Contratar la cobertura por invalidez
La cobertura de estos seguros puede no terminar solamente en el beneficio de la familia, sino que también es posible que sirva en caso de que el asegurado sufra un accidente que le provoque la invalidez total que no le permita trabajar y desempeñarse para lograr el sustento económico diario. Si bien esto es algo opcional, recomendamos que al momento de contratarlo agregues esta opción, con el fin de no preocuparte por demás si tenés enfermedades graves como el cáncer, o accidentes cerebrovasculares, un infarto, etc.
No mientas
Antes de hacerte con el seguro de vida, todas las compañías pedirán completar un extenso formulario de salud para comprobar en qué estado se encuentran los clientes. En las más rigurosas, incluso hasta se pide el reconocimiento y la firma de un médico que avale que todos los datos están bien ingresados. Si bien en líneas generales no está bien mentir, en esto es algo mucho peor, pues en caso de que ocurra una fatalidad, la aseguradora podría negarse a pagar la indemnización si comprueban que mentiste u ocultaste información importante.