Se anunció que en las últimas 24 horas murieron 651 infectados, con un total de 5.476, y que fueron 3.957 los contagiados, que llegaron a 46.638 personas. Los datos reforzaron este domingo la determinación del gobierno de reducir al máximo posible la actividad productiva considerada no esencial en Italia, obligando a cerrar a miles de empresas y a enviar a casa a cientos de miles de trabajadores a partir de este lunes hasta el 3 de abril.
Es la tercera vez que el primer ministro Giuseppe Conte adopta medidas de restricciones que detengan los movimiento de personas en el país, unica forma de evitar los contagios, pero que visto el crecimiento rápido de la expansión del corona virus se revelaron insuficientes.
En la tarde de este domingo el gobierno anunció una decisión tajante: prohibió el traslado en medios públicos y privados del municipio de residencia a otra comuna, para obligar a la gente a permanecer en sus viviendas. Tras conocerse la decisión, en la estación central ferroviaria de Milan se impidió viajar a centenares de meridionales residentes en la capital de Lombardía que querían viajar al sur a sus regiones originarias para huir de la epidemia.
También varias regiones adoptaron decisiones dramáticas. El gobernador Attilio Fontana de Lombardía, la región que en un mes ha registrado más del 60% de los más de los cinco mil muertos por coronavirus, impuso medidas restrictivas más duras a los movimientos de la gente, incluyendo multas de cinco mil euros a encuentros callejeros de más de dos personas. Además, obligó a los supermercados a colocar aparatos electrónicos que midan la temperatura corpórea de los clientes.
Como el cierre de las empresas consideradas no esenciales permitirán a otros miles de personas originarias del sur del país regresar a sus regiones de origen, que es considerado un grave peligro porque llevarían desde el norte italiano la epidemia, la gobernadora de Calabria, Jole Santelli, aprobó este domingo una ordenanza que prohíbe el ingreso o la salida del territorio calabrés de los no residentes.
Sicilia obligó este domingo a cerrar a los supermercados. Solo las farmacias y los quioscos de diarios fueron autorizados a funcionar.
En el área napolitana, en Puglia, Basilicata, Sicilia y la misma Calabria decenas de miles de originarios del sur huyeron en las últimas semanas de las ricas regiones del Norte italiano, donde residían por razones de trabajo, huyendo de la epidemia que castiga a los estados septentrionales pero hasta ahora no ha causado daños graves en las regiones meridionales.
Las empresas estratégicas que podrán continuar su actividad, están comprendidas en alrededor de setenta áreas. La lista la encabezan las que producen alimentos y bebida, tejidos para ropa de trabajo, materiales plásticos, productos electromédicos, fármacos y productos dentísticos. Otra área estratégica son las empresas que abastecen de energía, en particular electricidad, petroleo y gas. Tambén aire acondicionado y todo el sector industrial vinculado a la recogida callejera y tratamiento de los residuos. Además a los talleres dedicados a la reparación y mantenimiento de vehículos automotores y a las instalaciones hidráulicas.
Las empresas de los sectores excluídos de las áreas esenciales deben cesar las actividades este lunes, al menos por dos semanas para verificar que las medidas hayan dado buenos resultados, reduciendo el número de muertos y contagiados. Si el resultado fuera negativo, se mantendrán las restricciones.
Están excluídos del parate nacional todos los servicios de transportes ferroviarios de pasajeros y mercaderías, los taxis, los camiones de carga, así como los transportes aéreos y marítimos.
El sector periodístico y los quioscos son considerados esenciales, al igual que los supermercados y otros negocios alimentarios y las farmacias.
El gobierno ruso respondió al pedido de ayuda italiano enviando nueve aviones militares con un centenar de especialistas en enfermedades infecciosas y epidemias, que comenzaron a arribar con equipos especiales para combatir la epidemia.
También este domingo desembarcaron 52 médicos y enfermeros cubanos, que en Italia gozan de fama por haber combatido en Africa pestilencias difíciles como el ébola, que en el aeropuerto de Milán desfilaron entre aplausos mostrando banderitas italianas y de Cuba. Están asignados a un nuevo hospital de campo militar en Crema, una de las ciudades del norte italiano más castigadas por la epidemia del corona virus.
Para afrontar la crisis que sufren los hospitales del norte, especialmente en las provincias de Bérgamo y Brescia, la Protección Civil lanzó un llamado para conseguir la colaboración de los médicos italianos. Se presentaron casi ocho mil, una parte jubilados, que serán muy útiles para permitir un mayor relevo en los turnos de atención a los contagiados del corona virus. Desde hace un mes,cuando comenzó la epidemia, han sido contagiados 3.350 médicos, de los cuales fallecieron dieciocho.
El presidente de Italia, Sergio Mattarella, describió la dramaticidad de la situación en una carta en la que respondió a la solidaridad del presidente alemán Frannk-Walter Steinmeier. “Aquí, en numerosos territorios con tantas víctimas, es decimada la generación más anciana, compuesta por personas que constituyen para los más jóvenes un punto de referencia, no solo en los afectó sino también en la vida cotidiana”, escribió Matarella. Una amplia mayoría de mayores de 70 años figura en la lista de 5476 fallecidos.