La pena de 24 años de prisión pidió la fiscalía para dos individuos que están acusados de matar a Carlos Alberto Nimo en la madrugada del 3 de abril del año 2019, en una habitación contigua a la Parroquia de Lourdes en la que se produjo un incendio de manera intencional.
El fiscal Horacio Sirimarco efectuó esa solicitud en la etapa de alegatos del juicio oral que se les sigue a Vicente Enrique Silva y Sergio Daniel Vazquez, quienes al finalizar la última audiencia negaron haber sido los responsables de la muerte del hombre de 64 años que formaba parte de la comunidad religiosa de la mencionada parroquia.
La víctima no murió por asfixia, ni tampoco a consecuencia de golpes recibidos, sino a causa de un paro cardiorespiratorio sufrido a raíz del shock que le produjeron las quemaduras sufridas, producto de un incendio provocado con material inflamable, luego de haber sido atacado a golpes, según las conclusiones a las que arribó el médico forense Fabio Gabriele, quien tuvo a su cargo la operación de autopsia.
En base a ello y oras pruebas el representante del ministerio público dio por demostrada la autoría y responsabilidad penal de los imputados.
“Hubo una discusión previa seguida de golpes de puño y patadas que le provocaron fracturas, y luego rociaron su cuerpo con una sustancia inflamable que desencadenó el incendio”, expresó Sirimarco. Y aseguró que “se propusieron acabar con su vida, lo mataron sin piedad.
Por lo sucedido consideró que ambos deben recibir un castigo de 24 años de cárcel, aunque respecto de Vázquez solicitó que se agreguen 2 años y 10 meses de prisión en el marco de una unificación de pena, en relación con una causa anterior en la que en su momento fue condenado.
La defensa de Vázquez, representada por el defensor oficial Daniel Surgen, solicitó la absolución y gran parte de su exposición estuvo dedicada en cuestionar con distintos fundamentos el informe del médico forense.
“La hipótesis del doctor Gabriele no está acreditada, es carente de corroboración alguna, la víctima estaba muerta antes del incendio”, expresó Surgen.
En otro pasaje se refirió a la inimputabilidad de su defendido al haber consumido alcohol en forma excesiva. En caso de no prosperar su posición dejó planteado, de manera subsidiaria, una imputabilidad disminuida y también la figura de un homicidio preterintencional, que prevén un menor monto de pena.
En la misma línea argumental se basó la defensora oficial Laura Barbafina, que asiste legalmente a Silva. Además de coincidir con todo lo expuesto por su colega señaló que al momento del hecho pudo comprender lo que sucedía, pero que por su estado de ebriedad no podía dirigir sus acciones.
Finalizados los alegatos de las partes los imputados decidieron romper el silencio que mantuvieron a lo largo del debate oral para pronunciar sus últimas palabras, oportunidad en la que ambos se desvincularon del luctuoso episodio.
Sergio Vázquez dijo no recordaba nada de lo sucedido esa madrugada, habiéndose enterado de lo ocurrido por Silva una vez detenido. Se limitó en reconocer que hubo una “discusión entre borrachos” y que nunca tuvo nada que ver con el caso.
Por su parte, Vicente Silva, manifestó que se enteró de todo al día siguiente del incendio, y seguidamente manifestó que “yo no lo maté, fue amigo mío”.
La última etapa del juicio oral contó, como sucedió desde su inicio, con la presencia de una de las hijas de Nimo que escuchó atentamente la exposición de cada una de las partes.
El fallo al que arribe el Tribunal Oral Criminal compuesto por las juezas Mariana Giménez (presidente), Luciana Irigoyen Testa y Alejandra Manis, será dado a conocer el próximo jueves a la hora 11.