En el juicio oral, hasta el viernes por pedido del abogado Sebastián Barletta, patrocinante de la familia de Michel “Noa” Suárez.

Se interrumpió hasta el próximo viernes el juicio oral por la muerte del joven ocurrida en 2014, caso en el cual se hallan acusados cuatro efectivos policiales que cumplían tareas en la Comisaría Segunda de Quequén en aquel entonces.

En representación del particular damnificado Barletta hizo dicho pedido, que contó con el aval de la jueza Mariana Jiménez, que lleva adelante este juicio que se realiza en el Juzgado Correccional N° 1. Jiménez reemplaza al titular de ese juzgado, Ernesto Juliano, quien se excusó, debido a una enemistad manifiesta con el abogado Barletta.

En consecuencia, se dispuso un cuarto intermedio hasta el próximo viernes, en el que, en horas de la mañana, se reanudará el juicio, previéndose que presten declaración personas que se hallaban detenidas en diciembre de 2014 en la Comisaria de Quequén.

Fue en una pequeña celda de esa dependencia, conocida internamente como “locutorio”, donde fue encontrado Suárez ahorcado, aunque con leves signos vitales. Murió horas después, en la madrugada del 6 de diciembre de 2014.

Familiares y allegados de Michel Suárez insisten en responsabilizar a la policía de la muerte del joven. Los cuatro efectivos policiales sentados en el banquillo de los acusados de “homicidio culposo” son Fernando Pérez Zenatti, Yanila Paola Mohama, Héctor Daniel Allamanla y Matías Germán Larrea.

Los primeros tres cuentan como defensor al abogado Juan Pablo Roseelló, en tanto que Larrea es asistido legalmente por Gonzalo Raggio. La acusación es efectuada por el fiscal Walter Pierrestegui.

Este lunes prestó declaración el comisario Germán Herold, quien relató que se vivió “una situación horrible”, luego que el oficial de servicio Daniel Allananda advirtiera de lo sucedido al grito de “se colgó, se colgó”, haciendo referencia a lo que había hecho Suárez, a quien se le brindó auxilio para luego ser trasladado al hospital. Herold negó que Suárez haya sido golpeado por la policía. Familiares y allegados de “Noa” Suárez consideran lo contrario.

Y lo expresan a través de carteles y pancartas que muestran frente a la sede del tribunal, sobre la calle 87, donde también integrantes de organizaciones sociales hacen sonar bombos mientras se desarrolla el juicio.