La vecina Ludmila Mariel Camargo hizo público a través de las redes su agradecimiento a dos vendedores ambulantes que tuvieron un hermoso gesto con dos niños discapacitados arriba del colectivo.
“Hoy en el colectivo, Max (autista), León y yo nos sentamos con una niña con síndrome de Down y una mujer cuyos familiares tienen discapacidad” relató Ludmila y agregó que dos muchachos que eran vendedores se le acercaron y les regalaron churros a los niños.
“Los trataron con muchísima amabilidad e hicieron del viaje un momento agradable. La mujer les agradeció profundamente su educación y su buen corazón porque sabe que la sociedad no suele ser empática con la discapacidad y son muy frecuentes las situaciones incómodas que uno vive a diario” reconoció y remarcó que esta actitud “nos alegró el alma”.
“Espero que Dios los bendiga y que si se cruzan con Marcos y Brian les compren todos sus churros” sostuvo Ludmila, al tiempo que también destacó la amabilidad de las vendedoras de pochoclos en la plaza del centro, “Gracias por tener un corazón hermoso con los niños”.