Las Direcciones de Guardaparques y Espacios Públicos realizan operativos periódicamente en distintas zonas del Parque Miguel Lillo y se encuentran con residuos arrojados, por lo que se apunta a la conciencia y responsabilidad ciudadana.
La Dirección de Guardaparques, dependiente de la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos, realiza un llamado a la responsabilidad de la comunidad respecto al manejo de los residuos en el ámbito del Parque Miguel Lillo, ya que a menudo se detectan focos de contaminación en el pulmón verde más importante de la ciudad.
En ese sentido, se informó que a pesar de que el personal de dicha dependencia y del área de Espacios Públicos se encuentran haciendo tareas de limpieza y recolección de basura periódicamente en el pulmón verde de la ciudad, “es alarmante que algunos lugares se vuelvan a encontrar con basura a los pocos días de haber sido limpiados, y en algunos casos al día siguiente”.
Según se informó desde la dependencia que encabeza Julián Zugazúa, se observan distintos comportamientos indeseables que dan lugar a esa realidad. “Por una parte hay personas que luego de disfrutar del lugar dejan sus desechos, y por otra parte, hay personas que directamente van al parque a tirar basura, tal como restos de construcción, cubiertas, electrodomésticos rotos, restos de poda o limpieza de terrenos, u otros desechos”, apuntó.
Otra problemática es el caso de algunos predios concesionados que realizan un mal manejo de sus residuos, tal como sacarlos en días u horarios indebidos o disponerlos en la vía pública o en lugares inadecuados, lo que permite que los perros callejeros u otros animales tales como comadrejas rompan las bolsas y desparramen la basura en distintos lugares del parque.
Algo similar ocurre en el caso de los cestos papeleros existentes sobre la Avenida 10 y algunas calles internas. Dichos cestos están diseñados y pensados para arrojar papeles, botellas de plástico u otros pequeños residuos por parte de los peatones que circulan por el lugar. Pero caso contrario, hay personas que depositan sus residuos domiciliarios (lo cual está prohibido por Ordenanza Nº 9577/18), lo que no solamente provoca el desborde de los cestos, sino que también al tener restos de comida o envases de comida vacíos, atraen animales que desparraman la basura en distintos lugares del parque.
Para paliar estas situaciones, se informó que además de estarse realizando tareas de limpieza constantemente, se ha notificado y entablado conversaciones con los distintos concesionarios a fin de que procedan a una adecuada gestión de sus residuos, se está colocando cartelería en distintos lugares y se realizan patrullajes de forma constante para detectar personas que puedan tirar residuos en lugares indebidos. Más allá de esas acciones, se resaltó que es primordial la conciencia y responsabilidad ciudadana.
Asimismo, se informó que se encuentran disponibles los números telefónicos 105 o 2262-429712 para comunicación directa con la Dirección de Guardaparques, donde los vecinos pueden realizar denuncias respecto del arrojo de basura en lugares indebidos del Parque Miguel Lillo o bien informar cualquier otra situación que atente a la conservación del espacio natural o a la integridad física de las personas en dicho ámbito.