Comunicaron que “unas 180 pymes se encuentran en estado terminal, empujadas hacia la quiebra y con el riesgo inminente de desabastecimiento”.

La Cámara Argentina de Distribuidores de Gas Licuado (CADIGAS) denunció que, “debido a las fuertes pérdidas acumuladas al estar trabajando con márgenes muy inferiores a los necesarios para cubrir los costos de operación, unas 180 empresas pymes se encuentran en estado terminal, empujadas hacia la quiebra”, con lo cual alertan a la población sobre “el riesgo inminente de desabastecimiento de un insumo crítico para 10 millones de personas que viven en zonas vulnerables de todo el país”.

“La actividad está pasando por un momento de crisis absoluta debido a los escasos márgenes que tiene hoy la distribución de gas envasado en nuestro país”, señaló el Dr. Mario Brandizzi, prosecretario de CADIGAS y titular de Artígas Distribuidor Oficial YPF GAS en Bahía Blanca y región.

De acuerdo con los datos oficiales suministrados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), de un total de 12,2 millones de familias del país, casi 5 millones (el 41%) utilizan gas envasado en provincias como Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Corrientes, Misiones, Formosa, Tucumán y Mendoza, entre otras.

“Estamos desfasados en casi un 300 % en relación a la inflación y es necesario que se incrementen los valores para poder seguir haciendo una distribución en términos de seguridad aceptables”, añadió.

En ese sentido, Brandizzi sostuvo que “se hace imprescindible contar con un margen y una rentabilidad que permita poder seguir apostando a la seguridad, a la renovación de la flota vehicular, al ajuste paritario de los empleados y a dar un servicio de calidad como se ha dado en los últimos años”.

A través de un comunicado, CADIGAS indicó que “representamos a numerosas empresas de capitales nacionales que ya no tenemos resto para sobrevivir, con lo cual está en riesgo el abastecimiento del gas y el empleo de 3000 personas, debido a la acumulación de deudas, que resultan imposibles de afrontar, sin que el Estado tome cartas en el asunto. La realidad es que por cada garrafa vendida perdemos un tercio de su valor, lo cual resulta absolutamente insostenible”.

“Elevamos nuestra voz con un legítimo reclamo, en la última esperanza de ser escuchados por las nuevas autoridades de la Secretaría de Energía recientemente designadas”, remarcó CADIGAS.

“Les pedimos a las autoridades que por favor entiendan que la base de nuestros asociados está conformada por empresas de estructura familiar que diariamente realizan una actividad esencial, en plena emergencia sanitaria, entregando un producto crítico para millones de habitantes en estado de necesidad.  Será imposible que los hogares humildes del país tengan gas de garrafa si nuestra actividad desaparece”, completaron desde la Cámara.

Fuente: La Nueva