La pena de 2 años y 4 meses de prisión fue dictada para Santiago Alfredo Astesano, por herir de un disparo de escopeta a un jubilado de 74 años en su domicilio particular, hecho que ocurrió en diciembre de 2017.
La condena de primera instancia fue homologada recientemente por el juez unipersonal Mario Juliano en un juicio de trámite abreviado tras haber analizado el acuerdo que alcanzaron las partes (fiscalía y defensoría oficial) por el delito de lesiones graves, agravadas por el uso de arma de fuego.
Esta es la segunda condena que recae sobre Castro Astesano, quien en el año 2010 había recibido un castigo de 15 años de cárcel por haber matado en el interior de un ex cabaret de la zona portuaria al encargado del lugar identificado como Richard Valerio Vera, de nacionalidad dominicana.
El nombrado se encontraba en libertad condicional cuando la noche del 18 de diciembre de 2017 contando con la compañía de otra persona se hizo presente en el domicilio de 69 al 2200 donde reside Daniel Jensen, de 74 años, un conocido armero y coleccionista de armas.
Tenía la intención de comprar un arma de fuego pero ante la negativa del hombre se produjo una discusión que fue aumentando en intensidad, hasta que el visitante tomó de una mesa una escopeta calibre 16 con la que efectuó varios disparos sobre la integridad física de Jensen.
Los perdigones impactaron a la altura de la entrepierna derecha de la víctima que quedó tendido en el piso en medio de un charco de sangre. El agresor se retiró del inmueble con el arma de fuego y la persona que lo acompañaba.
el armero alcanzó a poner en conocimiento del grave episodio al 911 de emergencias policiales y cuando se hizo presente la policía manifestó la identidad del autor de los disparos.
Por lo sucedido Jensen debió ser hospitalizado permaneciendo varios días en el Hospital Ferreyra hasta que pudo recuperarse y fue dado de alta.
Días después del sangriento hecho los investigadores pudieron concretar la detención del joven de 35 años de edad.
La reciente condena se sumará al resto de la pena que aún debe terminar de cumplir por la muerte del mencionado hombre que cumplía funciones de encargado en dicho local de diversión nocturna.