La DDI logró identificar a los autores de la maliciosa maniobra

Dos personas que llamaron al 911 fingiendo  que habían sido secuestradas terminaron procesadas por el delito de falsa denuncia e intimidación pública.

El último 26 de julio una mujer se comunicó con el servicio de emergencias policiales para expresar que desde hace cuatro meses se encontraba secuestrada por un hombre al que dijo no conocer.

Lo sucedido hizo que se activara un protocolo por parte de la policía que movilizó recursos logísticos, medios y personal para determinar la existencia del evento que no existió.

A raíz de ello desde la DDI iniciaron una investigación de oficio que pudo determinar el domicilio desde donde se originó la llamada, el teléfono utilizado y la identidad de la persona. En base a esas pruebas la justicia de Garantías otorgó un allanamiento.

La diligencia se concretó en el domicilio de calle 562 al 1000 que permitió identificar a una mujer y se secuestró el aparato de telefonía móvil empelado en dicha comunicación. En consecuencia, desde la Fiscalía Nº 2 se dispuso la formación de una causa por el delito de falsa denuncia e intimidación pública.

En el mismo mes se produjo otro hecho de similares características. Un hombre reportó, también al 911, que se encontraba privado de su libertad en el baúl de un auto.

Los investigadores realizaron una evaluación que les permitió advertir una reiteración de llamados con el mismo tono de voz y siempre desde la misma línea de telefonía móvil. Más tarde estos pudieron comprobar  que todo era mentira, que nunca existió tal secuestro.

Al igual que en el episodio anterior se obtuvo una orden de allanamiento que tuvo lugar en un inmueble de 74 al 4000, lugar en el que se secuestró un teléfono celular  y se identificó a un hombre de 42 años, informó la DDI.

El falso denunciante fue informado de una causa penal en su contra y quedó a disposición de la Justicia local.