Una draga de la empresa Jan de Nul, que cumple con las más estrictas normas medioambientales, se halla surta en Puerto Quequén, lista para operar en el marco de la obra de profundización a 50 pies de la estación marítima local.

Se trata de la embarcación “Afonso de Albuquerque”, que cumple con las normativas Euro 5, a bordo de la cual efectuaron una recorrida autoridades del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, incluyendo su presidente, Arturo Rojas.

Es una draga nueva, que será utilizada por primera vez en Puerto Quequén. Especializada en suelos blandos y sueltos, tiene una eslora de 89.3 metros y una manga de 22 metros.

El ingeniero Marcelo Persichini, autoridad de la empresa belga Jan de Nul, comentó que posee la última tecnología disponible en dragado de succión por arrastre, acotando que va a trabajar en conjunto con la draga cortadora IBN Battuta, pronta a arribar.

Actualmente se encuentra trabajando la draga de inyección DN 28, que comenzó sus tareas complementarias de dragado a pie de muelle.

Por su parte, Arturo Rojas expresó: “Estamos muy contentos de estar a punto de empezar la obra que va a convertir a nuestro puerto en el más profundo del país, y orgullosos de poder hacerlo con las dragas más amigables con el medio ambiente a nivel mundial”.

“Todo lo que venimos anunciando durante la gestión se viene concretando en los hechos. No son solo palabras, sino que son realidades concretas”, agregó.

Con la expectativa del arribo de la draga cortadora previsto para el 3 de junio, Rojas auguró que “esta es una obra pública que va a marcar un antes y un después para nuestro puerto y para toda la región, pensando en la radicación de empresas, en la ampliación del hinterland y en ser más competitivos, para que todo esto genere más trabajo”.

En ese sentido, el gerente general del ente portuario, Oscar Morán, afirmó que “este es un salto de calidad en materia competitiva en comparación con los puertos vecinos, mejorando la comercialización a través de una reducción de costos permanente”.

Este equipo de última generación se terminó de construir semanas atrás en los astilleros Keppel Singmarine de Nantong, China, convirtiéndose en la primera del planeta que cuenta con un sistema de filtrado de gases que logra una reducción certificada del 99% de las partículas residuales de la combustión.

Esta draga de succión cuenta un sistema de propulsión eléctrico-diésel, potenciado con un sistema de filtrado que califica como embarcación de emisiones “ultra bajas”, cumpliendo de manera anticipada con las normas de la Organización Marítima Internacional (OMI) y con la norma Euro V (apunta a la eliminación de las partículas de desecho de los motores diésel).