Las nuevas tecnologías abrieron un mundo de posibilidades para la comunicación y la interacción social. Sin embargo, internet y los entornos digitales también crearon un nuevo espacio para que la violencia de género se expanda.
Según un informe compartido por BTR Consulting, el 65% de las mujeres y niñas que usan redes sociales confirmaron haber sufrido, al menos una vez, alguna forma de abuso online.
“Hay un 65% de casos analizados que confirmaron haber experimentado con formas de abuso online en los cuales un 10% reconoció enviar material; 15% confirmó que era material sexual; 20% afirmó haber sufrido acoso; 65% de los responsables fueron hombres”, detalla el reporte.
El informe, además, reveló que los jóvenes y la comunidad LGBTQ son particularmente vulnerables a la pornografía no consentida, mientras que las mujeres públicas, influencers o con número de seguidores relevantes, reciben hasta 10 veces más mensajes abusivos que cualquier otra mujer.
La violencia de género digital es cualquier acto de violencia que se ejerce contra una persona o grupo de personas por motivos de género y que se lleva a cabo a través de medios tecnológicos, como Internet, las redes sociales, los teléfonos móviles o los videojuegos.
En cuanto a las plataformas donde más se producen los ataques a mujeres y niñas, el estudio dio a conocer que las más frecuentes son Facebook con el 33%, Instagram con 30%, WhatsApp con 16%, TikTok con 14%, Twitter con 7% y otras plataformas con el 10%.
Como consecuencia de estos ataques, una de cada cinco niñas y mujeres jóvenes abandonó o redujo el uso de una plataforma de redes sociales después de ser hostigada.
La violencia de género puede tomar varias formas
El ciberacoso, es decir, el envío de mensajes intimidatorios, humillantes o amenazantes a través de medios digitales y la suplantación de identidad, creación de perfiles falsos en redes sociales para difamar o acosar a la víctima, son dos de las formas más comunes que utilizan los atacantes virtuales.
La amenaza y de la publicación de imágenes o vídeos íntimos, conocida como sextorsión, y la difusión de imágenes íntimas o videos privados sin consentimiento, se encuentran también entre las más peligrosas, ya que los atacantes, buscan además de denigrar a la mujer, un rédito económico y les piden dinero a cambio de no compartir en redes o a sus familiares y amigos, las imágenes obtenidas.
Por último, pero no menos importante, la violencia verbal en forma insultos, burlas o comentarios degradantes en redes sociales o plataformas online, constituye otra manera de ejercer violencia de género digital.
TN