La búsqueda del adolescente que se encontraba desaparecido terminó de la peor manera: el cuerpo sin vida de Joaquín Sudrot fue hallado en la tarde de este sábado con un disparo en la cabeza en una calle interna del Parque Miguel Lillo, en inmediaciones de los museos.

Según las autoridades policiales y judiciales, se habría suicidado con un arma de fuego que fue secuestrada con otras pertenencias de la víctima.

La noticia causó conmoción y consternación en toda la comunidad que estaba pendiente de novedades desde el mismo momento en que ayer tomó estado público su desaparición.

El hallazgo se produjo alrededor de las 15,30 por parte de una mujer mientras realizaba una caminata y que advirtió la presencia el cuerpo de una persona tendido en el piso. De inmediato alertó al 911 de emergencias policiales.

Personal policial de distintas reparticiones se hicieron presentes constatando la veracidad del llamado y con posterioridad pudieron determinar que se trataba del menor de edad que estaba siendo intensamente buscado.

También arribaron peritos de Policía Científica que realizaron las primeras pericias en el lugar y secuestraron un revólver calibre 38, que se encontraba a escasos centímetros del cuerpo de Joaquín Sudrot. Asimismo, fue encontrada una mochila con prendas, alimentos y más de 7.000 pesos, adelantó una fuente judicial.

La investigación se encuentra en una etapa preliminar aunque no se descarta que el lamentable desenlace estuviera relacionado con un suicidio. Siguiendo esa hipótesis, ahora se deberá determinar cómo llegó el arma de fuego en poder del joven con la que se habría disparado en la cabeza.

Desde ayer la policía había lanzado un protocolo de búsqueda ni bien un familiar radicó una denuncia por averiguación de paradero. En horas de la tarde de ayer el adolescente se retiró de su domicilio de calle 71 Nº 3243 para dirigirse al de un familiar ubicado en 73 al 3200, al que nunca se hizo presente.

Entre sus pertenencias se encontró el aparato de telefonía móvil al que nunca respondió los numerosos mensajes y llamadas; “estaba en modo avión, es evidente que no quería que fuera localizado”, dijo a TSN Noticias la misma fuente.

Por ahora el fiscal interviniente José Luis Cipolletti dispuso que se iniciaran actuaciones caratuladas como suicidio, estando previsto que para las próximas horas se realice la autopsia forense en la morgue del Hospital Ferreyra.

Con 16 años, toda una vida por delante, sueños y proyectos, Joaquín Sudrot cursaba el cuarto año de sus estudios de nivel secundario en el Instituto Pío XII de nuestra ciudad.