Este martes el Gobierno nacional reglamentó a través del Boletín Oficial, los protocolos sanitarios que deberán cumplir los trenes y colectivos de larga distancia durante la temporada, en el marco de la pandemia del coronavirus.
Los micros de larga distancia deberán “extremar las condiciones de higiene en las unidades, cabeceras, terminales” y garantizar “la colocación de suministros de alcohol en gel, soluciones a base de alcohol y/o cualquier otro insumo que recomiende el Ministerio de Salud, en lugares de fácil acceso”.
También recomendó la implementación de “los mecanismos necesarios para la toma de la temperatura de todos los trabajadores, tripulantes y pasajeros”, como así también “la ventilación, la desinfección y limpieza”, “en especial de los espacios comunes y sanitarios”.
Para favorecer el distanciamiento social, se dispuso un límite en la cantidad de pasajeros en el interior de los colectivos: el límite máximo será de 37 personas en los vehículos “Semi Cama”; 26 para los que son “Cama Ejecutivo”, y 18 en los “Cama Suite”.
Sin embargo, las empresas les pueden permitir a los grupos familiares comprar “pasajes para trasladarse en butacas adyacentes o de ubicación cercana, sin perjuicio del distanciamiento social que debe mediar respecto de los restantes”.
Algo que generó la preocupación de las autoridades sanitarias, fue el uso del aire acondicionado, que quedó permitido pero con restricciones: se deberá garantizar que el sistema de aire acondicionado no funcione en modo recirculación, “y que cumplan con las 20 renovaciones de aire por hora, en todo el volumen de la unidad, o mejor alternativa disponible supeditadas a la evidencia científica”.
Asimismo, “quedan momentáneamente suspendidos los servicios de comidas y bebidas provistos por la empresa”, aunque “los pasajeros sí podrán traer consigo provisiones para consumir durante el trayecto”.
En el caso de los trenes, las empresas tendrán que “adoptar medidas concretas dirigidas a evitar la conglomeración de personas principalmente dentro de las formaciones modificando, de ser necesario, el cronograma establecido y la frecuencia de salida”.
Los trenes de larga distancia podrán circular con hasta un 60% de ocupación por coche y “con ventanillas abiertas” cuando resulte posible. Se procurará “la reposición de protectores para apoya cabeza en cada servicio” y “el cambio de cortinados por cada viaje”, mientras que los filtros del aire acondicionado deben limpiarse con mayor frecuencia que antes de la pandemia.