Las reservas totales -incluyen los depósitos de los ahorristas- cerraron en US$ 43.729 millones.
Las reservas de libre disponibilidad que dejará el Banco Central al nuevo gobierno superarán al final los US$ 13.000 millones, según la nueva estimación realizada por la administración saliente de Guido Sandleris.
Serán unos US$ 1.000 millones más de lo previsto hasta hace un mes, y permitirá un mayor margen de maniobra para la gestión que encabezará Miguel Pesce al frente de la autoridad monetaria, de acuerdo con un reporte de la consultora Ecolatina.
Cuando Mauricio Macri asumió en diciembre de 2015 las reservas disponibles tendían a cero.
En un encuentro con asesores de bancos, Gustavo Cañonero, vicepresidente del Banco Central, estimó incluso que las reservas rozarán los US$ 15.000 millones cuando quede contabilizado el balance final al 9 de diciembre.
En el primer semestre del 2020 la Argentina debe afrontar vencimientos de deuda por unos US$ 26.000 millones, de los US$ 30.000 millones previstos para todo el año.
Por esa razón, el futuro ministro de Economía, Martín Guzmán, propondrá a los acreedores postergar pagos de capital e intereses de la deuda por al menos dos años.
Las reservas totales -incluyen los depósitos de los ahorristas- cerraron en US$ 43.729 millones el jueves último, un 76% por encima de los US$ 24.862 millones que había recibido Macri de Cristina Kirchner.
El problema para la nueva administración será que la suba de casi 20% en las previsiones de reservas constituyen en su mayoría anticipos de exportaciones que hicieron los productores agropecuarios para evitar el pago de la suba de retenciones a las exportaciones que, todos coinciden, aplicará Alberto Fernández a poco de asumir.
Desde el cepo cambiario, el Banco Central logró incrementar US$ 1.500 millones las reservas netas, tras comprar US$ 2.400 millones.
También se convirtieron en reservas netas los US$ 7.300 millones que el Tesoro tenía “guardados” del FMI y empezaron a utilizare cuando el organismo se negó a concretar el desembolso pautado para septiembre.
En el primer semestre vencen US$ 26.000 millones (US$ 15.000 millones en dólares y el resto en pesos).
Se trata de compromisos con organismos internacionales y acreedores privados.
En enero y febrero hay que pagar US$ 5.500 millones, que Guzmán esperar poder reperfilar.
La mayor parte de los vencimientos (US$ 18.000 millones) se concentran entre marzo y mayo.