Afiliados al Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (Somu), protestaron esta mañana en la rotonda de Avenidas 10 y 59, en reclamo de la pretensión de las empresas de reducir el porcentaje de producción de la actividad de la pesca del langostino.
El conflicto desatado por SOMU tiene como inicio un paro general y el bloqueo de las plantas procesadoras de Puerto Madryn, Puerto Deseado y Caleta Olivia.

El paro general fue lanzado por el SOMU el lunes 6 de julio, en medio de las negociaciones con las empresas. El conflicto se originó en un subsector específico de la pesca, dedicado al langostino, y afectó inicialmente al sur del país, pero amenaza extenderse a toda la actividad pesquera.

Todo empezó cuando el sector empresario de la flota “congeladora-tangonera”, los buques-factoría que pescan, congelan y procesan el marisco para su venta en el mercado interno y para la exportación en cajas de dos kilos de “langostino austral patagónico”. no logró que el sindicato aceptara adecuar los niveles salariales en dólares a la caída de más del 50% del precio internacional del langostino. El acuerdo no fue posible ni siquiera en una audiencia de conciliación que se llevó a cabo en el ministerio de Trabajo y a la que asistió el subsecretario de Pesca, Carlos Liberman.
En tanto, la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina (Capeca, el sector de los “tangoneros”) repudió la actitud del SOMU al que hizo responsable de que “cientos de toneladas de pescado estén a punto de desperdiciarse”. En un comunicado, la Cámara pidió evitar “actitudes que intentan promover el caos social, desabastecimiento y alimento que se desperdicia: ya se bloquearon 34 camiones, 500.000 kilogramos de langostino que debieron tirarse a la basura”.