El dólar saltó más de 60 centavos este miércoles y cerró a $61,50 en las sucursales del Banco Nación.
De esta manera, anota su duodécimo avance consecutivo en bancos y agencias, que promedió los 61,47 pesos. Sucedió en una rueda en la que el Banco Central intervino desde las primeras operaciones con ventas de reservas para evitar una escalada mayor de la cotización. De esta manera, una vez más, el billete verde alcanza el máximo histórico.
El ascenso del minorista se dio en sintonía con el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), donde la divisa ganó 27 centavos a $58,93 luego de tocar máximos en $58,99.
Cabe recordar que la presión cambiaria se profundizó el martes ante de la cercanía de las elecciones presidenciales, lo que amplió la brecha a casi el 36% entre la cotización mayorista del dólar frente al arbitraje de activos para hacerse de divisas en el exterior mediante el denominado contado con liquidación.
En ese marco, el billete verde avanzó 33 centavos pese a la intervención del Banco Central con ventas de reservas -operadores estimaron unos u$s300 millones- en el mercado mayorista y de dólar a futuro.
Un dólar financiero que resultaría del eventual desdoblamiento, al que se podrá acceder y mover sin restricciones, se ubicaría en niveles similares al que surge hoy del arbitraje de bonos soberanos, como el Bonar 24 (AY24), o acciones de empresas argentinas que cotizan tanto en Buenos Aires como en Nueva York bajo la forma de ADR (American Depositary Receips), caso los papeles de YPF.
El dólar reservado para la franja comercial se ubicaría más cerca del mayorista actual, aunque el valor dependerá del grado de control que pueda ejercer el BCRA. La intervención de ayer se ubicó en torno del 50% del volumen total negociado en el MULC, que se ubicó en u$s603 millones.
El tema es que las reservas no son infinitas. Están cayendo todos los días y los dólares que se pueden utilizar libremente son cada vez menos. Un informe de Morgan Stanley de la semana pasada indica que a los u$s46.591 millones hay que deducirles los dólares los swaps con el Banco de China y el Banco de Basilea, los de los encajes de los bancos por los depósitos en moneda extranjera y también los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, es decir, los desembolsos del Fondo.
La cifra resultante queda en menos de u$s10.000 millones. No alcanza para atender las amortizaciones y los pagos de intereses de la deuda y al mismo tiempo seguir con un ritmo de intervenciones que ya supera los u$s1.000 millones semanales.