La idea nació en la mesa chica de María Eugenia Vidal como un atajo para evitar la polarización con Cristina Kirchner. El Gobierno, con Marcos Peña a la cabeza, se tomará el verano para deliberar y tomar una decisión
La idea, tímida hasta hace algunas semanas, cobró mucha más fuerza en estos días. Tanto que en las principales mesas de discusión del macrismo en todas sus variantes reconocen que el eventual adelantamiento de las elecciones en la provincia de Buenos aires ahora está en estudio.
“Hay que estudiarlo a fondo“, confió a este medio uno de los dirigentes más encumbrados del PRO que aún tiene dudas sobre la conveniencia de separar el calendario provincial del nacional.
La idea, que trascendió en los medios como un globo de ensayo en estas últimas semanas, nació en la mesa chica de María Eugenia Vidal como un atajo para evitar la polarización con el kirchnerismo. Es una manera elegante de reconocer la preocupación por una supuesta candidatura presidencial de Cristina Kirchner y los bajos números que ostenta Mauricio Macri en territorio bonaerense, en especial en el Conurbano.
El desdoblamiento del calendario provincial fue uno de los temas que sobrevolaron en las conversaciones de los más de 70 intendentes bonaerenses que se aglutinaron entre el millar de colegas de todo el país de este jueves en el encuentro nacional en la ciudad de Buenos Aires, que Macri inauguró por la mañana junto al ministro Rogelio Frigerio y Lucas Delfino, secretario de Asuntos Municipales.
“No se habló de otra cosa“, confirmó uno de los intendentes de Cambiemos que participaron del encuentro mientras devoraba una cazuela de pastas en uno de los salones del Centro de Convenciones porteño. Nicolás Ducoté, de Pilar; Julio Garro, de La Plata; Diego Valenzuela, de Tres de Febrero; Néstor Grindetti, de Lanús -fue premiado junto a otros 14 municipios-, y Martiniano Molina, de Quilmes, fueron algunos de los que participaron, de Cambiemos. No hubo caciques bonaerenses del PJ, que vaciaron la reunión, como en el anterior evento.
El Gobierno se va a tomar el verano para deliberar. Marcos Peña, el principal estratega electoral del Gobierno, aún mira el tema con cierto recelo, aunque en los últimos días habría mostrado algo más de apertura al debate. Hace diez días, en una reunión con intendentes de la tercera sección en Lanús, el jefe de Gabinete avisó que aún no había definiciones concretas, incluso ante el pedido de eliminar las PASO. Ante la repregunta de Jorge Nedela, intendente de Berisso, Peña volvió a insistir en que no había novedades.
En los despachos de la Jefatura de Gabinete circula una encuesta de Julio Aurelio sobre la conformidad social con las primarias. El 45,9%, según el sondeo que pudo reconstruir este medio, cree que “las PASO son un gasto innecesario”. El 31,2% considera, en cambio, “que son útiles“. En el entorno de Jorge Macri, uno de los más activos impulsores del veto a las primarias y del adelantamiento, dicen tener números en esa línea.
A Jaime Durán Barba, por ahora, no le agrada la idea. Este sábado vuelve al país: se instalará por varias semanas.
Más allá de las conjeturas, ni en la provincia de Buenos Aires ni en Casa Rosada tienen certezas de la conveniencia de adelantar las elecciones. “Lo estamos viendo. No es solo lo que le conviene a Macri: es lo que nos conviene a todos“, explicó con una buena dosis de osadía un integrante de la mesa de estrategia del PRO que se reúne cada quince días.
Hasta ahora, nadie se arriesga a ventilar qué piensa el Presidente. Incluso hubo dirigentes que en la noche de este miércoles habrían querido sondearlo después del partido de fútbol en Olivos que reunió a ex jugadores de Boca y de River, en la previa de la Superfinal, pero no encontraron el hueco. Por el momento, a Macri lo desvela mucho más la vuelta de la final de la Copa Libertadores que la estrategia electoral del próximo año.
En el gobierno bonaerense también se analiza el desdoblamiento como una oportunidad de ganar poder territorial. Hay dirigentes, en especial en el Conurbano, que pelean por desbancar al PJ -los denominados “sin tierra”- y que, según analizan en la cúpula provincial, se les acrecientan las chances sin Cristina Kirchner en la boleta contraria.
Pero no es solo eso. Durante estos meses, la conjunción entre Vidal y Macri también fue tema de debate en ese sentido. La crisis del programa económico, que impactó fuerte en la imagen presidencial en los bastiones peronistas del territorio bonaerense, hace que pese más el bajón del jefe de Estado que lo que puede tirar para arriba la imagen de la gobernadora.
Hay intendentes que, además, podrían ver peligrar la reelección ante ese escenario.
Fue uno de los temas que se abordaron en la reunión que este miércoles mantuvieron Jorge Macri, Ramiro Tagliaferro, Grindetti y Garro -los cuatro jefes comunales del PRO en el Conurbano con mas incidencia en la estrategia provincial-, en Vicente López, con sus colegas radicales Ramón Mestre, Raúl “Chuli” Jorge y Héctor “Pechi” Quiroga,de Córdoba, San Salvador de Jujuy y Neuquén, respectivamente.
“Hay que empezar a definir“, concluyeron. Es que Jujuy, Neuquén y Córdoba, por caso, se aprestan a adelantar el calendario electoral. En Neuquén, se definen entre marzo y abril.“Será una estrategia a nivel nacional”, dijo en estas horas Gerardo Morales a Radio Con Vos, en medio de los cortocircuitos entre la UCR y el PRO por el sillón que perdió la coalición de gobierno en el Consejo de la Magistratura.
¿Podrían adelantar un buen número de provincias y dejar a Macri y a Cristina Kirchner en un mano a mano casi en soledad? Es una hipótesis, aún temprana.
En estas semanas, se intensificaron las conversaciones entre el gobierno bonaerense y los intendentes del PJ ante la eventualidad del desdoblamiento. Hubo caciques peronistas, de buen diálogo con el entorno de Vidal, que hasta alardearon con la posibilidad de forzar a que Cristina Kirchner decline sus eventuales aspiraciones presidenciales y se ofrezca como candidata en la provincia de Buenos Aires. Como si la decisión de la ex presidente dependiera de los jefes comunales.
El antecedente de 2017 inspira por estos días a los impulsores del adelantamiento. Vidal no fue candidata, su nombre no estuvo en la boleta, pero se apropió de la campaña e hizo que Esteban Bullrich derrotara a la ex jefa de Estado en las legislativas. Sus colaboradores explicaron que, en caso de ir a las urnas antes que Macri, podría incluso hacer campaña por la reelección del Presidente y empujarlo ante una eventual polarización con Kirchner. Por ahora, todo es parte de las especulaciones.
Hay, sin embargo, una certeza compartida en la cima del gobierno provincial, según las fuentes consultadas. Vidal no quiere volver a ser gobernadora sin un presidente del mismo signo político, en especial si se trata de la ex mandataria. La hipótesis de reelegir sin Macri no está en los planes de nadie.
La decisión final se terminará de definir en la mesa chica en la que tienen un lugar privilegiadoHoracio Rodríguez Larreta -que tampoco definió el calendario porteño-, Peña, Vidal y Macri. Frigerio, cuya preponderancia fluye de acuerdo a los humores de la cúpula macrista,es uno de los que están a favor de estudiar a fondo la medida.
Fue uno de los temas que se hablaron en el asado que el ministro del Interior compartió hace dos meses con Federico Salvai, jefe de Gabinete de la Provincia y operador político de Vidal, en la casa de Delfino en Hurlingham junto a media docena de dirigentes “sin tierra”. Frigerio y Salvai, en este debate, por ahora, cerraron la grieta.
La inquietud se traslada al vínculo entre la gobernadora y el jefe de Gabinete. Atravesado, desde hace meses, por una buena dosis de desconfianza.