El edificio de la ex clínica Regional, ubicada en calle 66 nº 2651, será subastado a fines marzo según determinó una ordenada judicial
El procedimiento se hará de manera electrónica, a través del portal de la Suprema Corte y va a comenzar el 10 de marzo finalizando el período de ofertas el 25 del mismo mes a las 10 de la mañana, sobre una base de alrededor de 21 millones de pesos. Los interesados podrán recorrer el inmueble los días 25 y 26 de febrero.
Según pudo saber este medio, lo que será subastado es el 87,5% del inmueble ya que el porcentaje restante es propiedad del Dr. Daniel Poujol y quedó excluido del alcance de la quiebra.
Los último accionista de la clínica, un grupo de médicos de la ciudad fueron denunciados por el vaciamiento de la empresa y más tarde los trabajadores intentaron conformar una cooperativa para seguir prestando servicios de enfermería.
En marzo de 2020, cuando el edificio ya se encontraba abandonado y se iniciaba la pandemia del Covid, la justicia autorizó al municipio a retirar elementos que todavía podían ser usados y destinarlos a paliar la emergencia sanitaria.
Ahí pudo observarse el deterioro que presentaba el lugar donde ya habían comenzado a robarse parte de las aberturas.
En las imágenes que compartimos en este informe de la web TSN, puede observarse el estado absoluto de abandono del inmueble y la rotura del parte del mismo ante la falta de mantenimiento.
De lo que se obtenga de la subasta se deben primero pagar los costos del proceso, luego los honorarios a los profesionales intervinientes, después al fisco nacional y provincial, que se consideran deudores privilegiados y por último comenzarán a cobrar los trabajadores.
La clínica regional supo ser el lugar elegido por excelencia gracias a la calidad del servicio de salud que allí se prestaba. Necochenses y vecinos de la zona nacieron entre esas paredes, se dieron las primeras vacunas, corrieron alguna madrugada hasta la guardia y despidieron a seres queridos.
Cientos dejaron allí sus años de trabajo, en ese edificio antiguo de dos plantas con pisos de granito y el recuerdo lleva inevitablemente a la ex Clínica Atlántica que alguna vez funcionó en la Villa Balnearia y donde hoy sólo queda una casona abonada y tapiada.
Los vaivenes de la economía y las malas administraciones van dejando huellas en la historia de la salud de nuestra ciudad.
La esperanza radica en lo que viene, en el “ojalá que la compre alguien y se haga algo lindo”. Los menos optimistas seguirán aferrados a las postales del recuerdo y mientras tanto, se abren las ofertas y el futuro dependerá de “¿quién da más?” y de sus ganas de apostar por Necochea.