La cotización del euro cayó este martes a un dólar por unidad, un nivel que nunca se había alcanzado desde la introducción hace dos décadas de la moneda única europea. La divisa permanece hundida por el riesgo para la economía de la Unión Europea (UE) de un corte de abastecimiento del gas ruso, sumado a la preocupación de que la inflación siga aumentando en el marco de la guerra entre Ucrania y Rusia y otros factores a escala internacional.
Ante a este escenario, los inversores volvieron a privilegiar esta mañana el billete verde, que ganó cerca de 14% desde comienzos de año y se intercambió brevemente a uno por euro hacia las 9.50 GMT, su cotización más alta frente a la moneda europea desde diciembre de 2002.
Según datos de mercado, los temores a que la eurozona entre en recesión como efecto de la invasión rusa en Ucrania se acrecentaron el lunes, debido a la reducción del suministro de gas ruso en un contexto de alta inflación que no da señales de disminuir.
Un día después, los inversores plasmaron su preocupación al volcarse al dólar como refugio de valor. Luego de alcanzar brevemente el niel de paridad con la divisa estadounidense, la cotización del euro rebotó levemente para intercambiarse por 1,0016 dólares.
Así las cosas, mientras que el billete verde aumentó su valor en los últimos meses, en lo que va del año el euro acumula una depreciación de alrededor del 12% en comparación con la moneda estadounidense.
¿Por qué se deprecia el euro?
El hundimiento del euro tiene lugar en un contexto de crisis energética en Europa provocada por la invasión rusa en Ucrania, cuyas consecuencias en el corto y mediano plazo generan intranquilidad en los inversores. A esta situación contribuye la reducción del suministro de gas ruso registrada a comienzos de esta semana y la preocupación por la continuidad de la escalada de precios.
La disminución del envío de gas a Europa a partir del lunes se debe a que el gigante energético ruso Gazprom inició 10 días de mantenimiento en su gasoducto Nord Stream 1, con Alemania y otros países europeos. Sin embargo, se teme que el suministro no se restablezca después de esta operación, una situación que alimenta la incertidumbre sobre la economía de la UE.
“Hay mucho miedo sobre lo que pueda pasar en el plano energético con la guerra. Ya veremos si seguimos recibiendo gas de Rusia.”, le dijo a la BBC Juan Carlos Martínez, profesor de Economía de IE University, y agregó que a esto se suma que en el plano internacional las tasas de interés están subiendo mucho más rápido en Estados Unidos, lo que atrae capitales hacia la mayor economía del mundo.
“La causa más importante de la caída del euro es la diferente velocidad en la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo”, señaló el especialista.
Según Martínez, el Banco Central Europeo está en una posición difícil en este contexto, mientras intenta frenar la inflación y, al mismo tiempo, amortiguar una economía en desaceleración. “La zona euro todavía no empieza a subir los tipos de interés. Lo hará previsiblemente en su reunión de finales de julio, pero lo hará de una forma más lenta”, pronosticó.