A solo 33 días del congelamiento de los combustibles, el Gobierno analiza ponerle fin a esa medida en las próximas horas, que rubricó el entonces ministro de Hacienda Nicolás Dujovne.
El nuevo contexto internacional, dijeron en Casa Rosada impondría un reajuste de precios antes del plazo de 90 días sin variaciones en los surtidores que impuso el Ejecutivo.
El canal TN informó que una fuente oficial que la secretaría de Energía aprobaría un pase a precios en los surtidores el aumento del petróleo en el mercado internacional tras el ataque con drones a una refinería de Arabia Saudita que por ahora nadie se adjudicó.
El Gobierno decretó el 15 de agosto un congelamiento de los precios de los combustibles “por los próximos 90 días” aunque teniendo como referencia los valores al 9 de agosto, es decir, con un dólar a $45. Sin embargo, el impacto de la derrota de Juntos por el Cambio en las PASO provocó una devaluación, que llevó a la divisa a tocar los $63, aunque esta semana bajó a $58.
Ese atraso cambiario por la incertidumbre electoral, potenciado por el aumento del precio del barril de crudo del tipo Brent, que pasó de u$s58 a u$s64 en septiembre, pondrían en peligro inversiones en Vaca Muerta, explicó a este medio la fuente gubernamental al reconocer negociaciones para ponerle fin al congelamiento.
Por su parte, el líder de los petroleros privados, Guillermo Pereyra, confirmó la semana pasada que las petroleras suspendieron a mil trabajadores por el nuevo contexto internacional. Las compañías definen si abandonan algunas perforaciones en Vaca Muerta.
La secretaría de Energía todavía no definió el porcentaje de aumento ni el impacto en cada combustible, pero la referencia podría ser el 4% de inflación que el Indec registró en agosto, es decir, en el mes que entró en vigencia el decreto del presidente Mauricio Macri. Los funcionarios analizaban autorizar la suba para los combustibles premium, de mayor nivel de octanaje.
De ocurrir así, la migración hacia los combustibles de menor grado que comenzó el año pasado podría profundizarse. Con la suba de las naftas, conductores que cargaban nafta premium optaron por reemplazarla por la variante “súper”.
La Casa Rosada intentó el lunes una última jugada, pero no le fue bien: publicó en el Boletín Oficial la entrega de un subsidio a provincias y petroleras a cambio de que no iniciaran juicios contra el Estado. Significaba $116,1 por cada barril: el 88% para las empresas y 12% para los distritos. Ninguno de los actores aceptó la oferta. Por estas horas, entonces, el ala económica negocia con gobernadores y empresarios el fin del congelamiento.