Ante la grave crisis de seguridad vial que atraviesa la provincia, el Gobierno bonaerense analiza la posibilidad de implementar el sistema de “scoring”, un control por puntaje que se va descontando ante cada infracción, y que al llegar a 0 provoca el retiro temporario del registro de conducir.

El sistema, que funciona en Capital Federal desde 2009, consiste en asignar, cada dos años, un determinado puntaje a un conductor de cualquier tipo de vehículo. Ante cada infracción, dependiendo de la gravedad de la misma, se le descontarán uno o varios puntos: si llega a 0 antes de que venza el plazo, se le retendrá el registro y quedará inhabilitado para conducir en un plazo que va desde los 60 días hasta los cinco años.
Además, el infractor deberá realizar y aprobar un curso de educación vial y prevención de accidentes de tránsito.
Por el momento, se sabe que el sistema bonaerense buscará funcionar en coordinación con la Ciudad de Buenos Aires, de modo que si alguien comete una infracción en una jurisdicción ajena a su distrito también se le compute la falta y se le descuenten los puntos.
Esto se debe a que el Gobierno porteño advirtió en más de una oportunidad que el alcance de su propio sistema resulta limitado, puesto que muchas de las infracciones de los automovilistas registrados en la Ciudad se cometen en el Conurbano.
Por otro lado, aún está en estudio la forma de implementarlo en los municipios, ya que se requiere de un sistema centralizado para generar sanciones cruzadas, que actualmente no existe. Para esto, los 135 municipios deberán poner a disposición sus bases de datos (que en muchos casos no están actualizadas) para que exista un monitoreo centralizado desde la Provincia.
Por lo demás, tampoco está definido cuántos puntos se le otorgarán a los conductores, ni cuál será el plazo de renovación, aunque se estima que para acompasarlo con Capital Federal, podrían ser 20 puntos cada dos años.
Resistencia interna 
El sistema de scoring es impulsado por el ministro de Gobierno bonaerense, Joaquín de la Torre, ante la grave situación que sufre la provincia en materia de tránsito.
Sin embargo, el tema genera resistencias al interior del gabinete, ya que muchos funcionarios consideran que no es conveniente tratar un tema tan sensible en un año electoral, puesto que creen que muchas personas pueden considerar las penas como “represivas”.
En este escenario, un sector del oficialismo considera que este año no habrá lugar para sostener un debate de este tipo e implementar el sistema.
Panorama desalentador 
El debate por la aplicación del scoring en la provincia se da en medio de una grave crisis vial: según cifras de la asociación civil Luchemos por la Vida, en 2018 hubo en Buenos Aires 2.158 víctimas de accidentes de tránsito: una cada cuatro horas.
Fuente: DIB