Después de 73 años de existencia, el tradicional Hotel “San Miguel”  de la villa balnearia llega a su fin como tal, para reconvertirse en un hogar de adultos mayores.

Dicho establecimiento hotelero, ubicado en la esquina de calles 6 y 85, frente a uno de los vértices de la Plaza San Martín, funcionó desde 1947.

Años después fue adquirido por Vicente Ferrero García, quien falleció el 7 de septiembre de 2016, habiendo sido una personalidad destacada de la colectividad española en Necochea.  Fue vicecónsul honorario de España en Necochea y Lobería, cargo que ocupó desde diciembre de 1973 a junio de 1999.

Ferrero explotó el hotel durante muchos años, en varios de ellos delegando la administración a su hijo Eduardo, hasta que éste falleciera a raíz de una enfermedad.

En los últimos años la familia Ferrero optó por alquilar el hotel, dejándolo en manos del empresario Alberto Condenanza, quien acaba de acordar su desvinculación, después de haber mantenido cerrado el establecimiento desde mediados de marzo último, a raíz de las restricciones impuestas por la prevención de la pandemia del coronavirus.

Ante esta circunstancia, los descendientes de la familia Ferrero decidieron aceptar una propuesta para que sea reconvertido en geriátrico, alquilando sus instalaciones con ese fin. En la jornada de este miércoles terminaban de acordar los términos con los futuros inquilinos, que ya tienen otros establecimientos donde hospedan a adultos mayores.

Ubicado a sólo dos cuadras del mar , a escasos metros del Parque •”Miguel Lillo” y en pleno corazón de la villa balnearia, el Hotel “San Miguel” siempre ha resultado un atractiva oferta para los turistas durante los meses de verano, muchos de ellos asiduos concurrentes al mismo, como el reconocido periodista Darío Villarruel.

Como hotel, el establecimiento contaba con 58 habitaciones de distintas categorías, estacionamientro propio y un salón de congresos y convenciones, además del comedor.

De ahora en más será readaptado para su nuevo destino.  La crisis del sector hotelero, a consecuencia de su imposibilidad de recibir huéspedes por la pandemia, terminó con la historia del “San Miguel” como hotel.   Una vez realizadas las necesarias reformas para su reconversión, comenzará a funcionar como geriátrico.