El contexto inflacionario que impacta especialmente en los alimentos, alcanzó esta vez a un producto básico de la canasta: el kilo de pan aumentará entre 20% y 25% a partir del lunes en las panaderías de la provincia de Buenos Aires y de la Capital Federal y será algo menor en el interior del país. De esta manera, el kilo pasará a valer entre $ 240 y $ 300, según las zonas.

De acuerdo con la explicación de los panaderos, el aumento está directamente vinculado a las subas en los insumos, a las que tildan de “insostenibles”.

“Estamos muy preocupados  por los aumentos desmedidos que estamos recibiendo cada semana y -como desde noviembre que no se retoca el precio, no tenemos otra alternativa”, explicó  Raúl Santoandré, presidente de la Federación Industrial Panaderil de la provincia de Buenos Aires.

“En las últimas semanas hubo aumentos en el combustible, en los servicios y muchas de nuestras materias primas”, sostuvo. Y detalló: “la harina aumentó entre 14% y 18% en los últimos 25 días; la margarina, 25%; el azúcar un 33%, los plásticos y el papel (packaging) tuvieron subas del 10% y la levadura un 35%. “Los huevos, por ejemplo, si bien se usan en las confituras o facturas, en 10 días aumentaron un 30%”, contó. Por eso “es inevitable para nosotros tener que trasladar esos aumentos a nuestros precios”, detalló el dirigente panadero.

“Es una situación que nos duele, porque sabemos que no puede faltar el pan en la mesa de ninguna familia argentina, por eso siempre colaboramos con todo lo que podemos, pero la realidad es que los incrementos de precios son desmedidos y si no aumentamos también nosotros, muchas panaderías no podrán abrir sus persianas”, advirtió. “Evidentemente no hay nadie que controle los precios, porque de otra forma no se explica esta situación”, concluyó Santoandré.