La investigación por la desaparición de Gissella Solís Calle, la odontóloga de 47 años que no aparece desde el martes, sigue su curso contra reloj. Luego del suicidio de su novio, Casimiro Abel Campos, en la madrugada del lunes, la investigación se centró en reconstruir los movimientos del hombre de 55 años. Se supo que el hombre, tenía doble vida y una familia en Lobería a donde aparentemente tenía pensado viajar antes de quitarse la vida, ya que entre sus pertenencias fue encontrado un pasaje para la vecina localidad.

En las últimas horas hubo novedades relevantes: se confirmó que las pruebas de Luminol (aquellas que determinan la existencia de rastros de sangre) realizadas en la camioneta del novio de la víctima dieron positivas. También hallaron sábanas y unas zapatillas negras que son sometidas a peritajes. Además, una vecina de la zona encontró el celular de la víctima y lo entregó en la DDI. Mientras tanto, la Policía Bonaerense realiza rastrillajes en un campo cercano al arroyo Rodríguez.

La camioneta Nissan Terra, color amarilla, que era propiedad de Campos, fue secuestrada y peritada por la justicia. Altas fuentes de la investigación comentaron que los exámenes que se realizaron en búsqueda de restos de sangre dieron positivo en el asiento trasero y en el baúl. Sin embargo, aclararon que el químico utilizado, Luminol, suele dar falsos positivos. También reacciona a otros elementos, como por ejemplo óxido o cloro. Por eso, si bien es una prueba importante, no es concluyente.

Otro dato fundamental para la causa es que apareció el celular que la víctima usaba regularmente. Una mujer se acercó ayer a última hora a la DDI de La Plata para aportar el teléfono. Según su testimonio, lo encontró el miércoles pasado. También contó que recién ayer relacionó el hallazgo con la desaparición de la odontóloga. Ahora el celular será peritado.

Mientras estas novedades llegan al escritorio de la fiscal de la UFI 1, Ana Medina, la Policía Bonaerense realiza rastrillajes en un campo ubicado en 13 y 481 bis en City Bell, cerca del arroyo Rodríguez. En la zona se habrían encontrado huellas que coincidirían con las cubiertas de la camioneta Nissan.

 

Casimiro Abel Campos había sido llamado a declarar pero mintió dos veces con respecto a su paradero. Primero dijo que no podía asistir porque estaba en Trelew y luego porque se encontraba en la Costa. Eran mentiras. Lo cierto es que estuvo en su casa en Lobería junto a su mujer y una de sus hijas. Por eso, la fiscal solicitó la declaración de las dos mujeres. La testimonial se esperaba para el día de ayer pero pasó para hoy martes. Lo que se busca es determinar cómo fueron las últimas horas del hombre, saber si se mostró nervioso y, sobre todo, conocer si en algún momento hizo mención al paradero de Gissella.