Hace 34 años, un sábado como hoy, la transmisión de canal 8 de Mar del Plata de alguna película pochoclera de la tarde, se interrumpía de golpe para informar que había fallecido en un accidente en la ruta 88 el intendente de Necochea, Domingo José Taraborelli, “Coco”.

Junto con el intendente de Necochea habían muerto tres docentes que, luego se supo, habían subido a su automóvil pocos kilómetros antes, donde se hallaban haciendo dedo.  La colisión frontal resultó letal: sólo sobrevivió el chofer del camión.

Transitaba su segundo mandato cuando en la ruta encontró la muerte, que derivó en una crisis en el justicialismo lugareño, ya que su sucesor, Alfredo Horacio Vidal, sería destituido con el aval de peronistas y radicales en el Concejo Deliberante. Lo sucedería Julio Magnaterra para completar aquel mandato. Luego José Antonio Aloisi y Julio Municoy (dos mandatos) continuarían gobernando el distrito para sumar 20 años de peronismo en la comuna (incluyendo las breves gestiones de Ramón del Carmen Ortíz y Abel Laghezza).

En diálogo con TsnNecochea, “Pepe” Aloisi lo recordó como una de “esas personas que aparecen muy de vez en cuando en la sociedad, en nuestras vidas. Fue mí compañero, amigo, un maestro que me formó en política como a muchos.

Lo definió como “un hombre que trascendió a la política y al distrito. Su trágica muerte le privó al Justicialismo de un dirigente nacional llamado a ser casi imprescindible en los difíciles años que vendrían”.

“Un formador nato, que siempre pregonaba el valor del territorio, la legitimidad de sus dirigentes y que los títulos se ganaban en las urnas. Entendía que las elecciones internas daban el marco necesario para conducir con autoridad, que sobre todo el Justicialismo se ordenaba allí y luego buscaba alianzas con sectores medios de la comunidad y otras fuerzas políticas para gobernar…sin duda era un hombre que buscaba consensos, que sabía escuchar” sintetizó el ex intendente.

Para Aloisi, “Coco” “dejó un legado que, a 34 años de su temprana muerte (tenía 46 años), está intacto; hoy hay una generación que no lo conoció pero que sabe, intuye que el éxito pasa por emular y superar en los nuevos tiempos el camino de este hombre que vive en lo más profundo del corazón de un pueblo que lo amó, acompañó y se sintió huérfano en aquellas horas”.

“Solo los grandes producen ese sentimiento, y Coco Taraborelli fue eso… Un grande que estará para siempre en la historia de Necochea” concluyó.

Por María José Hegui – TsnNecochea