Sin prisa, pero sin pausa la Villa Balnearia comienza a sacarse la modorra del invierno y ya se ve el clásico movimiento de los días que anteceden al verano.
Así es que puede observarse en la plaza San Martín la presencia de trabajadores municipales que, munidos de sus soldadoras, comienzan a dar forma y levantar la estructura donde cada temporada funciona un paseo que ya es clásico en la ciudad: la Feria de los Artesanos.
Desde la UPC realizaron también días atrás la reparación de algunas luminarias de ese espacio público que es el epicentro de cada verano, con espectáculos artísticos y la entrada al recorrido por la peatonal 83.
Sobre esa arteria, y en su trayecto hacia la rambla, también pueden verse los negocios que de a poco comienzan a acondicionar sus instalaciones, con nueva pintura y la limpieza para dejar todo listo para una nueva temporada que, si las expectativas no fallan, se anuncia prometedora.