La directora del área, Jimena Ruiz, recalcó la buena voluntad de los trabajadores del volante. “Cotejamos dos cosas: que hayan pasado las inspecciones y, en este marco de pandemia, que circulen con el alcohol en gel o el rociador y las ventanillas bajas” aseveró la funcionaria tras el estricto control en 65 entre 58 y 60 y que se irá repitiendo en otras calles de la ciudad.
La Dirección de Transporte de la comuna efectuó un operativo de control exclusivamente a taxis y remises en calle 65 entre 58 y 60, oportunidad en la que se constató condiciones de higiene. En ese sentido, se quitó de servicio un vehículo que no había pasado la última inspección obligatoria.
Para dar detalles, la mencionada Ruiz estableció que “son operativos que hacemos solo en materia de transporte para constatar el estado de higiene de los vehículos, y que iremos haciendo en distintas arterias de la ciudad” para agregar que “cotejamos dos cosas: que hayan pasado las inspecciones y, en este marco de pandemia, que la limpieza sea la acorde y que circulen con el alcohol en gel o el rociador”.
Sobre las medidas tomadas en caso de alguna irregularidad, indicó la funcionaria que “según el caso, se les llama la atención y se les requiere más cuidado” al tiempo que destacó “la buena predisposición de cada uno de los conductores”.
“Estos vehículos tienen una capacidad pequeña y nos parece fundamental el cuidado de higiene” insistió Ruiz, para añadir que “también controlamos la cantidad de pasajeros, que es de solo dos por grupo familiar, y que circulen con las ventanillas bajas”.
Luego, admitió que si bien aún no es obligatorio el aislamiento térmico dentro del habitáculo, “algunos ya lo colocaron por propia voluntad, lo que nos parece muy bien”.
Para terminar, Ruiz subrayó que en este operativo “se sacó de servicio a un vehículo que no había pasado la última inspección obligatoria que se hace bimestral o trimestralmente”.