Se entronizó ayer, en su día, una muy bella imagen realizada por las artistas plásticas Mónica Cuerbo y Marina Rosso.

El Cura Brochero ya tiene su lugar en el templo de Santa María del Carmen

Con la bendición de los párrocos Fernando Mendoza y Alejandro Martínez, la nueva imagen del Cura Brochero quedó lista para ser ubicada en el templo.

Entronizar significar «poner en el trono», es decir que las imágenes de los santos pasen a ocupar un lugar especial en el templo.

San José Gabriel del Rosario Brochero fue un presbítero católico argentino, llamado popularmente el cura gaucho.4

El 4 de noviembre de 1866 fue ordenado sacerdote. Primero desempeñó su ministerio sacerdotal en la catedral de Córdoba y fue prefecto de estudios del colegio seminario Nuestra Señora de Loreto.

Ya en 1867, Brochero se destacó por su entrega en la asistencia de los enfermos y moribundos de la epidemia de cólera que azotó a la ciudad de Córdoba. El 19 de noviembre de 1869 fue elegido vicario del departamento San Alberto, conocido hoy como el valle de Traslasierra, con sede en la localidad de Villa del Tránsito que a partir de 1916 llevaría su nombre. El valle de Traslasierra contaba entonces con unos 10 mil habitantes.

El 24 de diciembre de 1869 partió de la ciudad de Córdoba para hacerse cargo del curato. Allí, asumió como propias las necesidades de la gente. Con sus manos construyó iglesias y capillas, levantó escuelas y abrió caminos entre las montañas, animando a los pobladores a acompañarlo.

En su vejez el padre Brochero enfermó de lepra como resultado de convivir con enfermos que padecían esa enfermedad, compartiendo inclusive el mate con ellos. Por esa razón quedó sordo y ciego antes de morir, en 1914.

El proceso de canonización se inició en la década de 1960. Brochero fue declarado venerable por el papa Juan Pablo II en 2004, y beatificado en una ceremonia presidida por el cardenal Angelo Amato en la pequeña localidad cordobesa de Villa Cura Brochero el 14 de septiembre de 2013, durante el pontificado del papa Francisco. Fue canonizado el 16 de octubre de 2016, en una celebración presidida por el propio Francisco.