El ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, recibió esta mañana en Washington 43.000 páginas de archivos desclasificados de la última dictadura. Según refleja Infobae, los documentos cuentan con algunas particularidades relevantes como informes de las agencias de seguridad, inteligencia y otras áreas del gobierno estadounidense que ahora se hacen públicos cubren el período que va de 1975 en adelante.
David Ferreiro, archivista nacional de los Estados Unidos, le entregó en mano al ministro una caja blanca con seis CDs con todo el contenido de los archivos casi sin modificaciones. Lo que permanece secreto, se destacó, está relacionado con otros países. “Este proyecto es fundamental, atravesó dos administraciones, involucró 30.000 horas de trabajo por parte 320 personas“, dijo Ferreiro.
El acto vino acompañado de un mensaje del presidente Donald Trump dirigido a Mauricio Macri en el que resaltó la coincidencia entre ambos gobiernos en la defensa de la verdad, la transparencia y la democracia. “Es mi esperanza que esta desclasificación ayude a los argentinos en el proceso de sanar sus heridas“, transmitió el mandatario norteamericano.
Se trata de la última y más importante tanda de documentos secretos, provenientes de 16 agencias del gobierno de los Estados Unidos, incluidas la CIA y el FBI, lo que pone punto final a un proceso que llevó largos años de gestiones de parte del gobierno argentino y los organismos de derechos humanos. Las anteriores entregas se hicieron en agosto y diciembre de 2016 y la tercera en abril de 2017, como parte de un proceso de apertura del secreto iniciado durante la presidencia de Barack Obama.
El presidente Mauricio Macri había anunciado la nueva entrega de archivos el pasado 24 de marzo, Día de la Memoria, cuando destacó además que los documentos “serán fundamentales para que la Justicia pueda avanzar en causas del pasado, aún pendientes, de una de las épocas más oscuras de la historia argentina”.
El pedido original de levantar el secreto sobre este material que puede echar luz sobre los años de la represión militar había provenido de los organismos de derechos humanos argentinos, entre ellos el CELS y las Abuelas de Plaza de Mayo.