Los precios de los combustibles volverán a subir este sábado, por segunda vez en lo que va del año. El incremento, que rondaría el 2%, se debe a una actualización de los impuestos.
El primer aumento del 2,9% que empezó a regir el 5 de enero estaba vinculado a un incremento en el componente de biocombustibles. Esta vez, la suba trasladará al valor de la nafta y el gasoil el cargo sobre los combustibles líquidos (ICL) y el del dióxido de carbono (IDC).
Las petroleras también buscarán compensar el alza del tipo de cambio y la suba del precio internacional del petróleo (el valor del barril de crudo pasó de US$51,08 a US$56,47 desde el 16 de diciembre), indicó el diario La Nación.
Se espera un ajuste de 1,4% en el caso del gasoil y 2% para las naftas. Con este nuevo aumento, los combustibles terminarían con un ajuste acumulado cercano al 5% en menos de dos semanas.
Las refinadoras del mercado local sostienen que los precios en surtidor deberían actualizarse entre un 10 y un 15% para acompañar todos los aumentos de costos que enfrentan y preservar sus márgenes de rentabilidad, aunque este porcentaje quedó descartado por el Gobierno.
Reducción de la producción mundial y aumento del barril de Brent
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados pactaron un recorte en la producción de crudo, que pasará de los 7,7 millones de barriles diarios actuales a 7,2 millones. La consecuencia fue un incremento acelerado del Brent, que en dos meses se incrementó casi 13 dólares.
Podría haber nuevos aumentos en el futuro, aunque el precio internacional del Brent sigue marcado por cierta volatilidad debido a las cuarentenas decretadas en varios países para frenar la pandemia de coronavirus que afectan la demanda.
En la Argentina, la demanda de combustibles todavía seguía 17% por debajo de los niveles prepandemia en noviembre, según el último informe de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (Cecha).
“Los números muestran una tendencia de baja de ventas que condice con los números del resto del año, donde el volumen de combustibles despachados se estancó debido a las restricciones de circulación y a los cambios en los hábitos de consumo producto de la pandemia. El trabajo remoto, la reducción del turismo o el cierre de los colegios derivaron en una caída de la circulación”, explicaron desde la Cecha.
El presidente de la cámara empresarial, Gariel Bornoroni, indicó que el sector espera mejorar las ventas con el aumento de circulación por las vacaciones tras “un año muy difícil”. “Nos encontramos todavía en niveles 20% menores que 2019. Eso es crítico para nuestro negocio, ya que para más de la mitad de las estaciones significa estar trabajando a pérdida. Esperamos un 2021 mucho mejor, pero el escenario de una segunda ola de coronavirus nos tiene muy preocupados. No tenemos espalda para que siga cayendo la circulación”, afirmó.