Los familiares de la veterinaria, Adriana Celihueta, que desapareció hace 33 años en nuestra ciudad presentaron ante la fiscalía un pedido para realizarse el ADN con los huesos que aparecieron hace algunas semanas enterrados en un médano de Costa Bonita.

Silvia, la hermana de la mujer que entonces tenía 29 años, le dijo a TSN que siempre tienen una esperanza de poder dar un cierre a la historia, aunque asumió que, después de tantos años, “aprendimos a manejar las ansiedades”.

Esta petición quedó ahora en manos del Guillermo Sabatini, quien deberá determinar si se realiza la prueba solicitada por la familia, mientras los restos óseos siguen siendo analizados por los antropólogos del Conicet.