Frente a la caída fuerte del consumo en los últimos meses, la empresa mexicana Coca Cola-Femsa, la principal embotelladora de la gaseosa en el país, le pidió al Ministerio de Producción y Trabajo un procedimiento preventivo de crisis (PPC) para negociar, conjuntamente con el sindicato, cómo hacer frente a los aproximadamente 80 despidos que necesita realizar.

Hoy se realizó la primera reunión en la que los representantes expusieron la situación de la empresa y el viernes se realizará un nuevo encuentro para analizar el camino a seguir. La cartera laboral evaluará cuándo abrir el PPC y, a partir de ese momento, las partes tendrán 10 días para encontrar una solución. Según explicaron desde el Gobierno, normalmente se llega a un arreglo, que puede incluir desde suspensiones, retiros voluntarios, o acogerse a algún plan de ayuda oficial.

 

Si no llegara a ocurrir, la compañía podría echar a los trabajadores con el 50% de la indemnización, como prevé esta figura legal contemplada en la Ley de Empleo. Pero deberá someterse a futuros conflictos legales por parte de los despedidos, aclaran en Trabajo.

En los últimos días, otras compañías  optaron por una estrategia similar. Fate, el fabricante de neumáticos, podría despedir hasta 400 empleados y Avianca Argentina, que asegura que tiene 80 pilotos para dos aviones, busca dejar de pagar cargas sociales y negociar retiros voluntarios. 

Según informó Femsa, “la empresa está atravesando una etapa compleja debido a la desaceleración del consumo, lo que la ha colocado en la necesidad de readecuar su estructura de trabajo”. En ese contexto -agregó en un comunicado- la compañía presentó un procedimiento preventivo de crisis para su planta del barrio de Nueva Pompeya.

Fuente: www.infobae.com