Alrededor de 1.300.000 personas en el país practican el intercambio de parejas, según surge del primer censo swinger del país.
El relevamiento, realizado de forma online y anónima en agosto, contó con la participación de 1.300 personas, y los resultados fueron difundidos por la Asociación Civil Swinger Liberal Argentina (ASLA).
El fiscalizador de la entidad, Germán Magallán, estimó en alrededor de 1.300.000 los que participan en los intercambios, si bien aclaró que esta encuesta refleja solo una parte de la comunidad, ya que muchos prefieren mantener el anonimato.
Llama la atención que el 66% de los swingers en Argentina sean parejas, mientras el 27% son hombres que participan solos y un 6% son mujeres que practican de forma individual, conocidas como “unicornios“.
Un pequeño porcentaje, el 1%, corresponde a triejas, una relación entre tres personas.
El censo mostró que el grupo más activo en la comunidad swinger tiene entre 41 y 50 años, que representa el 39%. En tanto que el 29% de los participantes tiene entre 31 y 40 años, seguido por el grupo de 51 a 60 años con un 19%.
Los más jóvenes, de entre 20 y 30 años, ocupan el 9%, mientras que solo el 4% tiene entre 61 y 70 años.
Distribución territorial
El conurbano bonaerense concentra el mayor porcentaje de swingers del país, con un 45%. Le sigue la Ciudad de Buenos Aires con un 14% y Mar del Plata con un 12%.
Otras provincias con presencia destacada son Mendoza, Santa Fe y el interior de Buenos Aires, todas con un 5%.
En tanto, Tucumán y Córdoba suman un 4% cada una, mientras que Entre Ríos alcanza el 2%. Otras provincias como Salta, Misiones, San Luis, Corrientes y Chaco presentan un 1% cada una.
La comunidad swinger tiene su propio lenguaje y símbolos. A los hombres solos se les llama “single“, mientras que las mujeres solas son denominadas “unicornios“, debido a su alta demanda en fiestas y eventos.
En este entorno, las personas que no practican el intercambio de parejas son denominadas “vainilla“.
Además, existen los “voyeuristas“, quienes prefieren observar sin participar activamente.
A la iniciación de una persona dentro de este mundo la llaman “evangelizar”.
Uno de los símbolos más reconocidos en la cultura swinger es el columpio rojo, presente en diferentes países, y en Europa, la piña al revés se ha popularizado como un signo de identificación de esta comunidad.
El Código Civil abrió paso
ASLA surgió oficialmente en 2023, tras obtener la personería jurídica por parte del Gobierno argentino.
Germán Magallán contó que la idea de formar la organización existe desde hace 20 años, pero no fue posible debido a que el adulterio estaba penalizado.
Con los cambios en el Código Civil, se pudo formalizar la organización, que ahora busca proteger y representar a los swingers en todo el país.
Uno de los principales desafíos que enfrenta la comunidad swinger en Argentina es la discriminación, especialmente en las provincias del interior.
Magallán señala que muchas personas deben ocultar su estilo de vida por miedo a ser marginadas socialmente o incluso perder sus empleos.
Por este motivo, desde ASLA, los participantes del censo pidieron mayor protección jurídica.
De todos modos, ASLA no solo se dedicó a la protección de la comunidad, sino también a la organización de eventos, lo cual les da visibilidad.
Este año, realizaron la fiesta swinger más grande del país en la discoteca New York City de Buenos Aires, con más de 1.000 participantes.
Y ya se encuentran planeando un gran evento para el verano, aprovechando el clima como incentivo para reunir a la comunidad swinger de todo el país, adelantó Magallán. N A