Entrevistado por 3 periodistas del diario Clarín, el candidato dejó en claro que “nadie se puede plantear la idea de una quita” ya que “es una deuda contraída por un gobierno democrático”.
El candidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, afirmó hoy que la Argentina “no tiene ninguna posibilidad de caer en default” si gana las elecciones de octubre próximo y agregó que “nadie puede plantear seriamente una quita”.
Fernández habló esta mañana en el seminario “Democracia y Desarrollo” que se realiza en el museo Malba organizado por el Grupo Clarín, que abrió el expresidente de Brasil Fernando Henrique Cardoso y cerrará este mediodía el presidente Mauricio Macri.
Entrevistado por 3 periodistas del diario Clarín, Fernández dejó en claro que “nadie se puede plantear la idea de una quita” ya que “es una deuda contraída por un gobierno democrático” y recordó que “nosotros en 2003 todavía estábamos discutiendo la deuda contraída por la dictadura y no tiene nada ver con lo que discutimos acá”.
En ese marco, pidió “sacar del escenario la idea de que venimos a incumplir obligaciones asumidos” y planteó que “hay que buscar el modo de cumplir las obligaciones, hay que sentarse a negociar, no me gusta ser hipócrita; el que llegue lo va a tener que hacer porque esa es la realidad”.
En tanto, reconoció que “es muy difícil bajar la inflación” y dijo que si gana los comicios “partimos de un escenario muy complicado” en ese sentido, pero aclaró que “lo último que haría sería copiar alguna de las medidas de Guillermo Moreno, que le hizo un enorme daño a la economía argentina”.
“Es muy difícil de bajar (la inflación) pero es parte del desafío que tenemos. Si yo logro al cuarto año de mandato terminar con una inflación de un dígito sería el tipo más feliz del mundo, pero partimos de un muy mal escenario”, indicó.
Ante otra consulta, Fernández dijo que en un eventual gobierno “no vamos a manipular el Indec, que es el termómetro de la economía” y ratificó que seguirá “funcionando con independencia”.
Al hablar de la grieta, el candidato afirmó que “debería avergonzarnos” situaciones como “poner figuras de los periodistas para que los escupan” así como agresiones que recibieron Agustín Rossi y Axel Kiciloff en el pasado, y sostuvo que “eso no puede volver a pasar entre nosotros; pasó de un lado y del otro, confrontando con esa lógica: tomaremos la decisión de terminar con eso”.
En tanto, llamó a “sepultar un momento de confrontación que se ha extendido por muchos años y caminar hacia una nueva etapa” y pidió “quitarle dramatismo a este momento que implica el fin de un gobierno y el comienzo del otro”.
“Hay que terminar con esta idea de que las transiciones son difíciles y complejas, son parte de la democracia y hay que tomarlas con calma, cada uno asumiendo el rol que le toca”, manifestó el exjefe de Gabinete.
Al hablar de un eventual gabinete, no quiso dar nombres pero afirmó que sus integrantes deberían “tener como denominador común la honestidad moral e intelectual” y, ante una consulta concreta, no descartó que Martín Redrado -presente en el auditorio- pueda ser parte de su equipo.
Por otro lado, sobre las causas judiciales que involucran a dirigentes de kirchnerismo afirmó que quiere “que el Estado de Derecho se respete del mismo modo que ningún corrupto quede libre” y aseveró que eso sucede cuando hay “jueces probos, no que aplican sentencias de acuerdo a la coyuntura”.
En la charla también dejó definiciones sobre sus críticas a Jair Bolsonaro -“fue un error mío, me deje llevar por su lógica”-, sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman -“si alguien lo mató que se haga cargo de esa muerte, estoy seguro de que no fue Cristina”- y sobre los bolsos de José López -“me asqueó verlo”-