El partido empezó tarde y terminó en alargue, pero la alegría de ser campeones otra vez no podía ser contenida y los primeros bocinazos empezaron a escucharse de inmediato por la calle 83 donde un móvil policial cortó el tránsito para que los necochenses puedan festejar tranquilos.

Grupos de jóvenes, aprovechando que este lunes comenzaron las vacaciones, pero también familias, con pequeños viendo abrigaditos y banderas argentinas en la mano, llegaron a la Villa Balnearia para juntarse en el lugar de siempre, donde se comparten las alegrías: la rambla municipal.

Hasta pasadas las tres de la mañana se extendieron los festejos y se escucharon cantos, bocinas, cortes de motos. La felicidad a la que nos tiene acostumbrados la selección de Scaloni nos hizo arrancar un lunes con modorra, pero con la sonrisa de oreja a oreja.

Foto: Jorge Medina