Los fuertes vientos que azotaron este viernes a los cascos urbanos de Necochea y Quequén provocaron serios daños que afectaron la prestación de los servicios públicos, principalmente en lo que respecta al tendido de energía eléctrica. El fenómeno no causó víctimas ni tampoco se contabilizaron evacuados, informó Defensa Civil del municipio.
Las precipitaciones comenzaron en la madrugada y estuvieron acompañadas por vientos del noroeste que fueron aumentando, notándose su mayor intensidad desde las primeras horas de la mañana cuando se produjo su rotación al sector nordeste. Las continuas ráfagas alcanzaron una velocidad de 80 kilómetros, de acuerdo a lo indicado por el mismo organismo a cargo de Ariel Paniagua.
La caída de plantas, ramas y postes dañaron las líneas de energía eléctrica de ambas ciudades, con la interrupción del servicio en varios sectores predominando la zona costera de Quequén, el Barrio 9 de Julio y la Villa del Deportista.
Esta situación fue atendida por parte de los operarios de la cooperativa eléctrica local que con varias cuadrillas de trabajo se ocuparon de restablecer el servicio. En tanto, los técnicos de la empresa de televisión por cable concurrieron a un importante número de domicilios.
El vendaval produjo la voladura de gran parte del techo de la Escuela Primaria Nº 31 de Quequén, lugar donde acudieron los bomberos que efectuaron labores para evitar que ello siguiera sucediendo.
El personal de los cuarteles de Necochea y Quequén trabajaron de manera coordinada con las áreas municipales de Defensa Civil, Protección Ciudadana y Servicios Públicos, retirando de la vía pública cartelería publicitaria, plantas y demás elementos que constituían un serio peligro para integridad de las personas.
Cuando esta mañana las fuertes ráfagas se hacían sentir TSN Noticias realizó una recorrida por diferentes lugares. En el Parque Miguel Lillo hubo caída de eucaliptus, mientras que otras especies se encontraban fisuradas a punto de desprenderse, tanto en el Jardín Francés como sobre la Avenida Pinolandia.
Las consecuencias también la sufrieron las estructuras metálicas ubicadas en la avenida 10 de pertenecientes a microemprendedores; siendo varios de ellos los que se encargaron de poner a resguardo lonas y demás elementos.
Los bomberos procedieron a cortar la calle 4 entre 79 y 81 debido a la caída de chapas como así también para asegurar las estructuras de un hotel abandonado desde hace varios años, sucediendo lo propio con las placas de madera que en su momento fueron colocadas en la obra de remodelación del ex Hotel Marino.
El panorama en la costa no tuvo las mismas consecuencias que en el resto de la ciudad.
Los balnearios no tuvieron mayores problemas, con la excepción de la playa pública provincial donde sí hubo destrozos que alcanzaron a las unidades de sombra, sillas, reposeras y el techo de los sanitarios.
A diferencia del resto de las concesiones turísticas, el lugar quedó expuesto sin ningún tipo de reparo que hubiese servido para atenuar el impacto del temporal de viento. No obstante, quienes allí cumplen tareas enseguida comenzaron a recuperar los elementos de playa y al mismo tiempo adoptando una serie de recaudos.
En las primeras horas de la tarde el viento comenzó a disminuir permitiendo que de manera paulatina se fuera restableciendo el servicio eléctrico y continuaran desarrollándose otros trabajos en la vía pública.