Poco menos que una despedida acorde a tamaña obra se merecía Edgar Gatti, tras su fallecimiento el pasado sábado.
Y eso ocurrió en la tarde de ayer en las escalinatas del Parque Miguel Lillo , en 10 y 91, ese parque. no sólo por el que tanto luchó. sino que sembró hace más de 70 años.
Desde la agrupación “El Parque no se vende” realizaron la convocatoria, que fue respondida por un importante número de vecinos que homenajearon la labor del Ingeniero.
Entre los mensajes Rosa Sarries hizo un recordatorio histórico de dichos trabajos desde los inicios de lo que era un vivero dunícola.
Por su parte, María de los Ángeles Haberle aseguró que fue un “hombre bueno, con mirada tranquila, de palabras sabias y justas y amaba su obra, llamada parque Miguel Lillo” y aseguró que “fue una obra para toda la comunidad, nuestro mayor espacio público”.